Nacional > Luis Lacalle Pou
Lacalle Pou juega sus últimas fichas antes de la interna a motivar a la militancia
Faltan menos de tres semanas para que finalice la carrera electoral interna y comience la nacional y los precandidatos comienzan a jugarse sus últimas fichas para lograr el objetivo de representar a sus partidos como candidatos a la Presidencia. Y si de algo son conscientes quienes compiten por ese lugar es que para triunfar se necesita una estructura fuerte y una militancia convencida de votar en la única instancia no obligatoria. Por eso, el precandidato nacionalista Luis Lacalle Pou optó por culminar su campaña para las internas con una fuerte apuesta a quienes día a día se juntan en comités, reparten listas, organizan caravanas y cuelgan pancartas o balconeras.
El líder del sector Todos comenzó la semana pasada la tercera gira por el país, que tiene bastantes diferencias con las dos anteriores. Las giras hace ya un buen tiempo que fueron planificadas y el crecimiento del empresario Juan Sartori en intención de voto no modificó el cronograma de quien va primero según todas las encuestas.
En la primera gira de Lacalle Pou el foco estaba puesto en pequeñas localidades. De hecho, recorrió las cien más chicas del país con prácticamente ninguna visita a medios de comunicación y en lo que él y su equipo consideran que fue un “bajo perfil” para poder tener un mano a mano con los vecinos que se acercaban a escucharlo en actos que en muchos casos no tenían escenario, sino cajones de verduras.
Culminada esa gira, Lacalle Pou salió nuevamente a recorrer Uruguay, pero con su programa de gobierno en la mano. Lo mostró una infinidad de veces y pidió hasta el cansancio a los posibles votantes que lo leyeran. Visitó ciudades y pueblos del interior, pero también tuvo una fuerte presencia en Montevideo y Canelones, algo que no había sucedido en los primeros meses del año. Además, recorrió medios de comunicación del interior aprovechando sus visitas.
La tercera gira comenzó la semana pasada y tiene gusto a cierre de un proceso. Atrás quedaron el bajo perfil y los actos parados en el muro de una plaza. Si bien el programa lo sigue, y lo seguirá, acompañando, el enfoque es la motivación. Lacalle Pou tiene por objetivo agitar a los militantes para que se movilicen el 30 de junio y vayan hasta el circuito que les corresponde a darle su voto.
El olor a año electoral aumenta con caravanas que organizan dirigentes y con la entrega de listas en cuanta esquina se pueda. De hecho, el rol de las agrupaciones que integran el sector Todos es mucho más protagónico en esta última etapa porque son, finalmente, las distintas listas las que mueven a los ciudadanos a votar.
En los actos que le quedan previos al 30 de junio, Lacalle Pou intentará promover que la militancia esté fuerte y motivada, indicó un integrante de su comando de campaña a El Observador.
Apostar a la unidad
Si bien en sus discursos de esta nueva y última etapa menciona a su programa de gobierno, la apuesta mayor es a promover un mensaje de unidad. Para el precandidato a partir del 1 de marzo del año que viene habrá una nueva forma de gobernar en la que “cuatro o cinco partidos” deberán acordar y que “no es para pusilánimes”. “Vamos a vivir en este Uruguay que se nos viene, un proceso que no es para pusilánimes. No tengan miedo de tener miedo pero sepan que va a haber un proceso nuevo que genera incertidumbre. Nosotros vamos rumbo a un gobierno de cuatro o cinco partidos. Esto es un proceso del siglo XXI”, dijo hace poco menos de una semana en un acto en Trinidad (Flores).
Esa necesidad de acuerdo lo motiva también a pedir que el ejemplo comience dentro del propio Partido Nacional. “Para los que estamos acá, si entendimos el desafío que tenemos por delante: ni una palabra a ningún candidato del Partido Nacional aunque no nos guste lo que está diciendo”, dijo ese día y repitió un concepto similar un día después en Pando: “A los más blancos, a los nacionalistas, les pido que en esta campaña electoral con un competidor dentro del partido, con un competidor de otro partido si hay algo que tenemos terminantemente prohibido es seguir generando división entre los uruguayos. Discusiones, todas. La sociedad se fortalece discutiendo, no callando las diferencias. Pero se fortalece sobre el respeto y nadie va a poder gobernar para todo el país si llega sembrando la división”.
