Las primeras lluvias en 500 años fulminan a los microbios de Atacama

En ese lugar muy inhóspito al norte de Chile llueve muy poco durante el año. Pese a su aridez, durante el invierno altiplánico, las corrientes de aire húmedo provenientes de los Andes propician que a veces caiga algo de nieve. Sin embargo, en los últimos tres años se dieron tres acontecimientos meteorológicos en el corazón hiperárido de Atacama que desafiaron al clima habitual y que los autores del estudio lo vinculan con el cambio climático. En 2015 llovió de manera significativa, dos veces. Y el 7 de junio de 2017 volvió a haber precipitaciones que, según explica Alberto G. Fairén, coautor del estudio, "por primera vez desde que hay registros, formaron lagunas efímeras".

Muerte por exceso de agua

Al estudiar la microbiología del lugar se encontró que “el aporte de agua no supuso un florecimiento de la vida en Atacama". Por contrario, ha causado una enorme devastación en las especies microbianas que habitaban estos lugares.

Solo algunas bacterias, bautizadas como Halomonas, siguieron activas desde el punto de vista metabólico y siguieron siendo capaces de reproducirse en esas lagunas que se formaron con el agua de lluvia, según este estudio. Así lo explicó Fairén: "El rango de extinción fue del 85%, principalmente debido al estrés osmótico", es decir, por una situación de desequilibrio debido a los cambios en el aporte de agua.

Las alteraciones en la microbiología se dieron principalmente por el exceso de agua, ya que los microorganismos estaban adaptados para vivir en extrema sequedad y optimizados para sacar el máximo provecho de la escasa humedad. Ante las nuevas condiciones no fueron capaces de adaptarse y murieron por exceso de agua.

Marte en la Tierra

Atacama es un desierto que ocupa una superficie de 105.000 kilómetros cuadrados ricos en nitratos, sulfatos y percloratos pero extremadamente pobre en sustancias orgánicas. Además, la radiación es muy alta. Y pese a ello, hay organismos adaptados a este entorno tan hostil.

Por estas condiciones, desde 2003, se llevan a cabo investigaciones para conocer los mecanismos que hacen posible la vida en este lugar. De esta forma pudieron esclarecer que pasó en el planeta rojo, donde casi cuatro millones y medio de años había grandes cantidad de agua líquida en su superficie. Después, el planeta rojo fue perdiendo su atmósfera y su hidrósfera hasta convertirse en un mundo seco . No obstante, hace entre 3.500 y 3.000 millones de años hubo ocasiones en los que grandes volúmenes de agua excavaron su superficie formando canales y causando inundaciones catastróficas.

La hipótesis de este equipo de científicos es que, si aún existían comunidades de microbios habituadas al clima seco extremo, estos microbios marcianos habrían sufrido un estrés similar al que han visto ahora en Atacama al tener que hacer frente de repente a abundante agua. Por ello, según argumenta Fairén, su trabajo sirve "para establecer un análogo con lo que sucedió en Marte en la época en la que perdió su agua líquida, y contribuye a explicar el destino de una posible biosfera marciana primordial".

Atacama ha sido árido durante los últimos 150 millones de años e hiperárido desde hace 15 millones de años.