Leonardo Padura debuta como guionista cinematográfico

El escritor cubano y ahora guionista, Leonardo Padura, presentó su el filme Vientos de La Habana, basado en su novela Vientos de Cuaresma, y que aseguró que retrata de una manera única la ciudad, escenario y protagonista de este "noir caribeño", estrenado en Cuba como parte del Festival de Cine de La Habana.

"Creo que pocas veces La Habana se ha visto de la forma en que se ve en esta película, y además con un espíritu muy creativo en cuanto al lenguaje cinematográfico, para poder hacer que estas historias cumplieran de una manera satisfactoria ese tránsito complicadísimo, casi imposible, de la literatura al cine", aseguró Padura.

Con tomas aéreas y una fotografía que capta muy bien la esencia de una ciudad venida a menos pero que todavía conserva mucho de su antiguo esplendor, Vientos de La Habana muestra a vista de pájaro barrios capitalinos como la Víbora y Lawton, lugares clave en la vida y la obra del escritor, premio Princesa de Asturias en 2015 y que en noviembre visitó Montevideo, ocasión en la que fue declarado ciudadano ilustre .

Presentada por primera vez en el marco del programa del 38º Festival Internacional del Nuevo Cine de La Habana, la cinta es una esperada versión fílmica de las historias protagonizadas por el detective Mario Conde, interpretado por Jorge Perugorría.

El libro fue publicado originalmente en 1994, y es una de las ocho novelas en las que figura el detective Conde. Vientos de Cuaresma es parte de la llamada "tetralogía de las cuatro estaciones", cada una ambientada en un distinto momento del año y que se publicó entre 1991 y 1998.

Padura, coguionista del largometraje junto a su esposa Lucía López, alabó el "alto nivel" de las actuaciones y aseguró que cuando "se verá bien" el trabajo de los actores será en las tres cintas restantes de la tetralogía: Pasado perfecto, Máscaras y Paisaje de otoño, todas dirigidas por el español Félix Viscarret.

Jorge Perugorría, el Conde cinematográfico, señaló que "estaba loco por hacer este personaje", para el que llevaba preparándose casi 16 años, con mucho cuidado además, por considerarlo uno de los "más queridos y conocidos de la literatura cubana contemporánea".

Para Viscarret, estrenar ayer el filme en la ciudad donde rodó hace dos años y que sirve de escenario muy especial a Vientos de La Habana, fue "cerrar un ciclo", concluir un proyecto que se hizo más fácil por "el equipo de primera" con el que trabajó en la isla, integrado por los "mejores actores de la nación".

"He aprendido que debes codearte de gente de buen corazón en un proyecto largo como este", aseguró Viscarret.