Lo que la elección de las fórmulas nos dejó

El desarrollo de la historia, el devenir de la humanidad, el progreso mismo de la sociedad y la permanente búsqueda de la libertad colocaron –al menos en la civilización occidental– a la mujer en una posición desafiante al statu quo. Existen desequilibrios de todo tipo que vienen de los albores de los tiempos que las mujeres están rompiendo desde hace rato largo.

Uruguay es en América Latina un país de avanzada en relación con los derechos de la mujer, aunque en ese nuevo equilibrio tan necesario y de construcción permanente se encuentra lejos como el resto del mundo, incluso los países más avanzados.

El tema es cómo dar lugar y a qué velocidad a las múltiples reivindicaciones de un movimiento que ni siquiera logra ponerse de acuerdo entre sí. Basta ir a 18 de Julio el 8 de marzo para darse cuenta de que hay algo muy pesado moviéndose en la opinión pública que tiene que ver con el malestar por el papel y la consideración de la mujer en la sociedad.

Es un movimiento demasiado importante, profundo y auténtico como para desoírlo, y a la vez demasiado anárquico y complejo como para poder canalizarlo por un solo camino y de un día para el otro. Pero es real, está a la vista y faltan años de análisis académico, estudios e investigación para comprender los alcances del movimiento, y poder encontrar los equilibrios que satisfagan a toda la sociedad, también integrada por hombres.

Aunque todavía falta procesar los nombres de varias candidaturas a vicepresidente –Cabildo Abierto, Partido de la Gente, PERI, etcétera– ya se anunciaron las fórmulas de los blancos, el Partido Independiente y el Frente Amplio con mujeres. La escribana Argimón, la exdirectora de la revista Galería Mónica Bottero y la exedila que cursó hasta cuarto de liceo Graciela Villar ya fueron anunciadas para acompañar a los hombres electos en sus respectivos partidos.

El sainete de la elección de la compañera de fórmula de Daniel Martínez –desechando a Carolina Cosse a pesar de salir segunda y ser la única mujer entre 28 candidatos– reveló que, pese a ser el partido que más ha discurseado sobre los derechos de la mujer en política, es el que más lejos estaba de procesarlo naturalmente.

Es precisamente lo que sucedió en la elección de la vice del FA que corrobora la complejidad de un asunto que debió ser procesado de una manera más inteligente y respetuosa, justamente por la credibilidad y autenticidad del movimiento y de la mujer.

Habrá mucha discusión, nacerán discursos nuevos y antagónicos y seguirán las protestas. Es sano y bueno que la sociedad acompañe y procese esta discusión vital hasta que llegue un futuro en que las fórmulas presidenciales no queden atadas de pies y manos por reivindicaciones paritarias ni de ningún tipo.

Llegará entonces el momento en que todos los partidos políticos elegirán libremente a sus candidatos en función de sus virtudes y convicciones sin reparar un segundo en el sexo de sus integrantes, como ya ocurre en otros países del mundo, con Gran Bretaña y Alemania a la cabeza.