Madre e hija, ambas deportistas, tenían un sueño pendiente y lo están cumpliendo por estos días en Cachi, Salta, Argentina. La atleta Lorena Sosa, dueña de varios récords nacionales uruguayos, y su hija, Milagros “Mily” Palacio, nadadora juvenil que ya representó a la celeste, están compartiendo su primer entrenamiento juntas en la altura, ambas preparándose para sus respectivos desafíos próximos.
Quienes siguen la carrera de Sosa saben que cuenta con un fuerte apoyo de su familia en su actividad deportiva, tanto de su pareja, como de sus dos hijas, quienes suelen acompañarlas a todas las carreras y también cuando debe hacer largos fondos por las calles de Maldonado y Punta del Este, donde reside, para asistirla mientras entrena. Forman un verdadero equipo familiar.
En este 2024, la corredora volvió a hacer una aclimatación en Cachi, a donde van atletas uruguayos y de la región para mejorar su rendimiento en la altura, a 2.280 metros sobre el nivel del mar, pero con la gran diferencia de que por primera vez lo hace junto a su pequeña hija de 15 años, quien compite en natación.
“La idea surgió desde que ella era muy chiquita, cuando se quedaba con el papá a veces más de 21 días, en mis primeras experiencias viniendo a las montañas”, contó Lore Sosa a Referí desde Salta.
“Siempre le prometí hacer una preparación juntas antes que dejara de correr”, agregó la atleta de 38 años, quien, entre varios triunfos, tiene los récords nacionales de 10.000 metros en pista, 20 kilómetros y media maratón (21K).
“Mily continuó nadando y este año surgió la idea de venir juntas, ya que las dos teníamos objetivos para principios de año”, señaló.
En Cachi, además de madre e hija, con compañeras de entrenamiento, si bien tienen rutinas diferentes ya que Lorena debe entrenar en caminos y Mily en la piscina de la ciudad.
“Nos organizamos muy bien ya que somos muy compañeras. Yo entreno muy temprano y la mayoría de las veces que yo llego ella se está por ir a su primer turno. Nos acompañamos mutuamente en nuestros entrenamientos”, dijo. “La convivencia es muy linda, ya que Mily es muy independiente. Hacemos un buen equipo”.
Mily también contó a Referí cómo es entrenar por primera vez en la altura y junto a su madre.
“Como primera experiencia en la altura siento que viene siendo muy buena. He tenido lindos entrenos y eso me deja conforme”, señaló la joven de 15 años que, como Lorena, ya ha representado a Uruguay en competencias internacionales.
“No entrenamos juntas por ser distintos deportes, pero si nos acompañamos mucho, y estamos pendientes una de la otra”, agregó sobre el día a día en Cachi.
Pese a que se crió en las pistas de atletismo y en las carreras de calle acompañando a su madre, compartiendo con los atletas de elite de Uruguay, Mily optó por la natación.
“Comencé hace 8 años aproximadamente este deporte”, contó. “Lo empecé como un hobbie, porque me gustaba”, dijo la nadadora del Campus de Maldonado.
Al ver a su madre competir, la tomó como su ejemplo a seguir. “Al ir creciendo y desde tan chica al ver a mi madre entrenar y plantearse objetivos nacionales e internacionales, me impulsó a querer hacer lo mismo que ella pero en mi deporte. Y por suerte siempre tuve el apoyo de mis padres para seguir mis sueños en el deporte que yo eligiera”, dijo.
A sus 15 años ya tiene como sus principales competencias los nacionales absolutos. “En los que compites contra los mayores”, destacó la joven fernandina. “Y a nivel internacional la más importante que tuve fue el Sudamericano juvenil”, señaló.
Para solventar los gastos del viaje y la estadía en Cachi, Sosa cuenta con el apoyo de la Intendencia de Maldonado, a la que agradeció porque desde hace muchos años colabora con parte de sus preparaciones.
“Lo restante y lo de Mily es del esfuerzo y la economía familiar”, agregó la corredora.
Con esta preparación en la altura ambas deportistas buscarán los mejores resultados en sus próximos retos.
Lorena se está preparando para los Grand Prix de Uruguay y de Argentina.
Mientras que Mily está en busca del récord nacional de su categoría en 1.500 metros, marca que ya batió en 2021 cuando era Infantil B (20:19.83).
Sea cual sea el resultado en sus desafíos, ambas ya ganaron una experiencia única como madre e hija y como compañeras deportistas.
“Para mi compartir esta estadía con mi hija es un sueño cumplido, cada año que venía quería traerla, pero sabía que aún no era el momento”, dijo Lore. “Tuve la oportunidad de venir el año pasado con mi marido, pero ella prefirió quedarse entrenando en Maldonado ya que estaba preparando su primer Sudamericano”, agregó. “Espero poder compartir más preparaciones juntas”.
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