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Los escenarios que maneja el MPP para suceder a Orsi en Canelones, mientras explora alianzas con la centroizquierda
Lucía Topolansky suele hablar hacia adentro de "armar paquetes" con otros compañeros del Frente Amplio para cocinar candidaturas a varios tiempos y niveles. Ya lo hizo el MPP con el Partido Comunista para apuntalar la presidencia de José Mujica en 2009 y asegurar al año siguiente la victoria de Ana Olivera para la Intendencia de Montevideo, y ahora volvió a intentar un pacto similar con la cúpula comunista –esta vez sin éxito– para blindar la candidatura de Yamandú Orsi a cambio de las comunas de Montevideo y Canelones en 2025.
Faltan casi dos años para las contiendas departamentales y varias etapas de negociaciones anteriores a mayo de 2025, pero la lejanía no detiene a los dirigentes de orejear el ambiente político en virtud de algunas certidumbres que desde ya se esbozan en la interna. La primera es que, gane o pierda en 2024, Orsi no puede volver a ser intendente de Canelones. La segunda es la determinación de los comunistas de tener un candidato propio para la intendencia y erigirse ellos en la primera fuerza de izquierda dentro del segundo departamento más poblado del país.
El Frente Amplio se juega allí la continuidad de 20 años ininterrumpidos de gobierno local, con dos administraciones de Marcos Carámbula y otras dos de Orsi. El jerarca del MPP ha confiado los temas más relevantes de su gestión a dirigentes de su confianza que hoy aspiran a mantener su legado en una competencia interna que ya no será de candidatura única y que del otro lado puede tener por primera vez a los rivales históricos unidos en coalición.
En este sentido, los dirigentes observan estos días los resultados de un estudio de la consultora Ágora que arroja que un 38% de los canarios se inclinan por "un intendente del Frente Amplio que le dé continuidad a la actual gestión de gobierno". Son el 16%, en cambio, aquellos que desean igualmente a un jefe comunal frentista pero que "cambie la gestión actual" en el departamento, según los datos a los que accedió El Observador.
Esto totaliza más de 50% de intención de voto en favor del Frente en Canelones, en contraste con un 19,5% que apoyaría a un intendente de la coalición, más un 26% que no sabe o no contesta, según se desprende de las 417 encuestas telefónicas aplicadas en la capital canaria y otras 15 localidades de algunos de sus municipios.
"En la medida que uno que ha sido parte de los cuatro períodos que han sido respaldados por la ciudadanía, puede ser lógico pensar que el votante del FA se incline por continuar por la misma senda que se viene transitando en estos 20 años", dijo a El Observador el número dos de la intendencia, Francisco Legnani, a quien Orsi ha perfilado como su sucesor en Canelones.
El jerarca apuntó que la izquierda obtuvo "más votos, más ediles y más municipios" en 2020 respecto a las anteriores elecciones, lo que interpreta como un "voto de confianza a la fuerza política". "Formé parte de los cuatro gobiernos –como director de Jurídica, prosecretario general y ahora secretario general– y en el futuro estaré donde el FA diga que tenga que estar. Soy una persona de partido. Para mí, si el FA así lo entiende, sería un honor asumir la conducción de la próxima gestión de gobierno", adelantó Legnani.
Con todas las salvedades que una encuesta con tanta anterioridad postula para definir un escenario político, el MPP de Orsi comienza a explorar cómo pararse hacia 2025, con la intención de ser parte de esa "continuidad" y en el marco de algunos movimientos internos en la cúpula del sector más votado del país.
Uno de ellos es el ingreso del dirigente Pedro Irigoin, actual director general de Administración de la comuna canaria, como el octavo más votado a la dirección nacional del MPP y su integración al Ejecutivo de la agrupación, suplantando en ese lugar al actual senador Sebastián Sabini como referente de la regional.
Irigoin destacó en diálogo con El Observador una "renovación grande" a nivel de la dirigencia canaria, mientras empieza "la etapa de aprontar el paquete electoral que empieza en las internas de 2024 y termina en las departamentales y municipales".
"Estamos más que conformes con el proceso de Yamandú en la intendencia y preferimos en cualquier escenario que la conducción del departamento tenga una línea de pensamiento de continuidad en los 20 años. (...) En cuanto a candidaturas depende del escenario interno y de octubre, pero como MPP tenemos que tener una muy buena ubicación en el cuadro de gobierno que viene. Tenemos la bancada más grande de ediles, de alcaldes, y pretendemos continuar".
"Todo parece indicar que tener un candidato propio o acompañar a la figura de Francisco Legnani son los dos escenarios que nos resultan más cercanos, pero sin duda viendo cómo se va a acomodar", adelantó. "Todo indicaría que un espacio de centroizquierda y el MPP podrían tener un vínculo electoral que pudiera mantener la continuidad de la gestión de Orsi", declaró Irigoin.
Legnani es hoy parte de la Convocatoria Seregnista-Progresistas que conduce el senador Mario Bergara y nuclea a los sectores socialdemócratas de la izquierda.
Lejos aún de esa contienda, la discusión entre candidato propio y la afinidad con Legnani ya es parte de conversaciones de pasillo y chistes en comités de base. El MPP muestra entre sus principales referentes al propio Irigoin, al senador Sabini y a la diputada Lucía Etcheverry, a quien Daniel Martínez había designado para ser su ministra de Vivienda y cuyo desempeño parlamentario suele destacar a menudo Lucía Topolansky.
Falta bastante para mayo de 2025, pero los sectores ya olfatean que esta vez, a diferencia del 2020, va a haber competencia interna en la izquierda.
