Los bebés deben empezar a ingerir alimentos, además de la leche materna, alrededor de los seis meses de vida.
Existen distintas teorías de cómo deben incorporarse los alimentos, pero generalmente se inicia con purés simples (una sola fruta, una sola verdura). Así durante los primeros días y luego es importante empezar a combinar e incorporar alimentos. De esta forma, el pequeño comienza a descubrir texturas y sabores.
El puré debe realizarse de forma consistente, ya que no es bueno que sea demasiado chirlo (que no se escurra del plato).
Al principio, es común que los bebes escupan la comida. Hay que darles tiempo - a algunos más, a otros menos - para que aprendan a ingerir los alimentos.
En primer lugar, el puré debe tener un alimento energético que aporte almidón. Este puede ser papa, boniato, polenta, fideitos (pasados o de sopa), arroz pisado, etcétera.
En segundo lugar, debe tener algún vegetal. Es bueno variar en los platos, porque cada vegetal tiene sus propiedades. Para las primeras comidas estará bien emplear zanahoria, zapallo y zapallito.
Luego hay que incorporar la carne, que puede ser pollo o carne vacuna. Lo importante es que no se licúe, porque después al niño le va a costar mucho acostumbrarse a las texturas. Desde el principio es bueno ofrecerlo cortado bien chiquito y bien cocido.
Por último, y no menor, se debe agregar aceite crudo (de canola o de soja).
Los primeros purés deben tener alimentos energéticos, vegetales, carne y aceite crudo, para que ofrezcan todos los nutrientes necesarios.Los primeros purés van a ser reducidos. Nunca llegará a comer la porción de un adulto, no se lo debe forzar.
Se puede ofrecer cada alimento por separado o mezclarlo en el mismo plato. Normalmente, al inicio lo adecuado es trabajarlo todo junto, ya que para el niño es más cómodo incorporarlo así. Después se puede ir ofreciendo por separado, con el fin de que el pequeño identifique los diversos sabores.
No se puede agregar ni sal, ni azúcar, ni miel. Si el bebé escupe la comida no es porque está desabrida o porque no le gusta, sino porque recién está aprendiendo a comer. El niño no conoce ni la sal ni el azúcar y no las necesita.
Para que incorpore los alimentos simplemente hay que insistir. Algunas teorías plantean que hay que ofrecer hasta diez veces un alimento para que el pequeño lo acepte.
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá