En esta vuelta a la práctica clínica, con más experiencia y más herramientas para hacer diagnósticos, las consultas siguen siendo las mismas, las dificultades también y ahora sé que hay dos elementos determinantes de éxito que no tienen que ver directamente con nutrición.
Por un lado, el lugar que podemos darle al asunto en la agenda; prioridad suficiente para poder hacer los cambios necesarios y sostenerlos a largo plazo para lo cual la logística es indispensable. Comprar y cocinar para comer mejor es básico y frecuentemente tan difícil de implementar.
Y por otro, la relación que tengamos con la comida, porque se presenta todos los días, al menos tres veces al día y es para siempre.
En ambos aspectos fallamos los profesionales si no las tomamos en cuenta y las personas que se embarcan en uno y otro tratamiento, dieta, plan, propuesta, promesa, invirtiendo no solo tiempo y dinero sino energía y expectativa, obteniendo resultados muy puntuales, no sostenibles en el tiempo, con la consiguiente frustración y destrucción del metabolismo.
La razón: se trata el síntoma y no la causa.
Para lograr llevar adelante el concepto detrás de la charla exclusiva para suscriptores Member Pro y Full Tu última dieta (ver recuadro) se necesita organización.
Organizar la compra de la semana y del mes es un básico. Evitar ir al supermercado, feria o almacén frecuentemente ayuda a ahorrar tiempo y dinero; menos compras compulsivas y más planificadas redundan en beneficios para la salud y la economía de la casa.
Mirar la heladera y la despensa. Hacer una lista es indispensable
Ir a hacer las compras sin hambre es clave para no picotear en el súper y no hacer compras innecesarias.
No tengo tiempo, no sé qué preparar, en casa siempre prefieren lo mismo y no tengo espacio en la cocina; son situaciones que tienen solución.
Porción, frecuencia y ocasión se aprenden a manejar y sostener en la rutina, considerando las excepciones como fines de semana, vacaciones, fiestas.
Creo que no tiene que ser complicado o confuso y que los alimentos deben ser disfrutados y no temidos. Sabor y salud pueden convivir felizmente.
Ni mil dietas serán eficientes a largo plazo si tu relación con la comida es conflictiva; sabés lo que tenés que hacer, comer, fraccionar, cómo elegir la porción y la ocasión pero no podés mantenerlo en el tiempo. El tratamiento nutricional no tiene sentido si no se corrige la causa, y la causa no es clínica ni alimenticia, es emocional.
Una vez que ponemos esto sobre la mesa y lo vemos con claridad, queda ver si es el momento adecuado de la vida para poder ponerlo en el lugar que es necesario para así implementar los cambios.
Se puede corregir y tratar. El acompañamiento nutricional es indispensable, especialmente si haber realizado dietas ha desgastado el metabolismo y se precisan herramientas y estrategias extras. Ahí la ayuda con todo el conocimiento, experiencia y ciencia es eficiente.
Recién ahí podemos hacer tu última dieta.
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