¿Qué novedades tiene el porfolio de cultivares de soja de Barraca Erro?
En soja seguimos con foco en la selección varietal y ajuste de manejo para la gran variabilidad de ambientes que hoy tiene Uruguay, para lograr que el productor tenga la mayor productividad por hectárea. Esto nos exige tener un porfolio varietal amplio que busque atender estas necesidades.
Hoy tenemos un porfolio de 11 variedades, que van del grupo 5 corto a 6 largo, con tecnología RR1 Intacta y sts. Dentro de este porfolio este año estamos lanzando al mercado Don Mario 66R69 sts. Es una variedad de grupo 6 largo que viene a remplazar a DM 6.8i, la variedad más sembrada en el país. Sin duda es un gran desafío, pero se logró gracias a que mantuvo el largo del ciclo y estabilidad de 6.8 y le adicionó más de 6% de rendimiento, una estructura más compacta y la tecnología sts.
DM 66R69 STS se lanzó la zafra pasada, pero este año se está masificando la siembra y tenemos grandes expectativas de crecimiento, ya que el VI grupo de madurez representa casi el 60% del área de siembra en Uruguay. En grupos 6 cortos destacamos a DM 60i62 ipro por ser dentro de su grupo el más rendidor y con una excelente adaptación a toda el área sojera.
Otros de los lanzamientos son DM 52R19 y DM 55R20 sts, son dos grupos de madurez V que para determinados ambientes y fechas de siembra de mediados de noviembre y/o segunda pasan a ser muy buenas opciones.
¿Y en maíz y sorgo?
Con el maíz estamos recorriendo el mismo camino que iniciamos en soja y seguimos en trigo. Hay una fuerte inversión por parte de Don Mario con un gran avance en los últimos años. Este año estamos lanzando dos híbridos: Don Mario 2771 y Don Mario 2772 VT3 pro y próximamente se vienen novedades con otras tecnologías.
Hay una tendencia al aumento del área de maíz y vemos que se empezó a sembrar en zonas que por ahí no son tan de nicho como en las que se venía sembrando el maíz. Eso hace que el productor tenga que evaluar la rusticidad de los materiales y ajustar aún más el manejo. En ese sentido venimos trabajando fuerte, no solamente en híbridos de alto rinde, sino también en ajustar y medir el manejo cada vez más fino de los híbridos en cuanto a población, densidad, fecha de siembra, velocidad de secado, etcétera.
En el sorgo vemos una reducción del área y creo que eso va muy de la mano de que el maíz está demostrando tener una mayor rusticidad y estabilidad de rinde a través de los años, asociado a una mejora genética y a las nuevas tecnologías que ha incorporado.
¿Qué perspectivas tiene sobre la zafra 2020/2021 de cultivos de verano?
Todo indica que estamos frente a una alta incertidumbre en el pronóstico climático que hace muy importante gestionar el riesgo con base en una estrategia de planificación, manejo y elección de variedades. Por el lado del maíz, los de primera están sembrados con muy buenas implantaciones y desarrollo, y de la mano de las últimas precipitaciones vemos que está encaminado. Queda mucho camino por delante, pero en ese sentido venimos muy bien.
En cuanto a soja, que es un cultivo que ha demostrado tener una fuerte adaptación a Uruguay, aún en situaciones contrastantes entre zafras, vemos que frente a estos pronósticos que tenemos por delante se debería lograr un plan de siembra más defensivo, pero a la vez más ofensivo, en la búsqueda de lograr mayor productividad mediante la elección de variedades, tecnologías, fechas de siembra y población, además de una gran capacidad de siembra, porque los pronósticos indican que habría un escenario donde las lluvias serán menores a fines de primavera e inicios de verano, para luego entrar en un período que pareciera normalizarse.
Considerando estos pronósticos, una recomendación que podemos dar con base en la información que hemos generado en nuestros ensayos de fecha de siembra por grupo de madurez es que los mayores resultados de rendimiento se obtienen con la siembra de grupo VI cortos y largos con fechas de siembra durante el mes de noviembre, de manera de posicionar el período crítico sobre fin de enero-inicio de febrero. Un material que se adapta perfectamente a ese plan es DM 66R69 sts por su ciclo, altísimo potencial de rendimiento, muy buena capacidad de ramificación y estabilidad de rinde.
¿El agricultor busca tecnología de tratamiento de semillas?
Sí, el empresario está cada vez más ávido por el tratamiento profesional de semillas. Nosotros vimos que junto con la semilla y su manejo era necesario ofrecer al productor un servicio de tratamiento que le garantizara una mayor protección y nutrición del cultivo desde la primera etapa. Lograr que la semilla tenga calidad y que nazca protegida es el primer paso para que las variedades puedan expresar todo su potencial y soportar mejor los momentos de estrés.
En esa línea de trabajo surgió una tecnología propia de tratamiento de semillas que le llamamos Q PRO. Logramos que a través de una mejor tecnología de tratamiento de semillas el productor lograra sembrar la densidad recomendada sin necesidad de usar más semillas y correr el riesgo de resiembra y, por lo tanto, retraso y pérdida de rendimiento. Esto le permite reducir densidad de siembra con seguridad, tener un ahorro en logística, mayor capacidad operativa de la sembradora y por tanto una reducción del costo total de siembra. Uno de los productos a destacar es Q Pro Plus. Es una tecnología que combina los mejores terápicos junto a un inoculante larga vida que garantiza la sobrevivencia del rizobium por 30 días. Desde su lanzamiento se han sembrado más de 500.000 has con esta tecnología, lo que refleja la aceptación por parte del productor, ya que vio un beneficio económico y una simplicidad operativa, porque va de la planta semilla al cajón de su sembradora. Otra novedad que lanzamos el año pasado fue la venta de semilla por unidad (similar a maíz) un big bag con 4.000.000 semillas que permite sembrar aproximadamente unas 11 a 12 has.
¿Qué perspectivas tiene de los cultivos de invierno?
El estado de los cultivos de invierno es muy bueno, la expectativa de rendimiento de trigo y cebada sumada a los buenos precios de mercado auguran un resultado final muy positivo. La colza viene creciendo en superficie, pero debemos buscar aumentar los rendimientos. El productor le ha ido agarrando la mano, pero me parece que aún faltan ajustes en el manejo de la fertilización y cosecha.
Este año quizá el rendimiento promedio de colza esté por debajo de las expectativas, porque las heladas de octubre le pegaron muy fuerte a este cultivo y eso generó una pérdida importante de kilos. Creemos que al área de colza va seguir creciendo lentamente, porque es un cultivo que entra muy bien en la rotación, porque su siembra calza muy bien después de un maíz de primera, y también por tener una cosecha temprana que permite sembrar una soja en fecha óptima.
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