Marchas y contramarchas de Peñarol a nivel político

¿Por qué se realiza esta movida? Según pudo saber Referí en base a fuentes del club, el presidente de Peñarol le comentó a sus compañeros de directiva que pretende despolitizar a la AUF, con el objetivo de debilitar políticamente a los tricolores. El blanco de Peñarol es Alejandro Balbi, secretario general de la AUF y hombre fuerte en el actual gobierno.

Los aurinegros entienden que Nacional tiene el control de la AUF a nivel político y procuran comenzar a debilitarlo. La primera acción pasa por quitar del Ejecutivo a los dos representantes de los grandes para restarle preponderancia a los albos.

La caída de Fernández

Rafael Fernández asumió como neutral en el Ejecutivo de Valdez en lugar de Jorge Barrera, quien integró el Ejecutivo provisorio entre el 1º de abril de 2014 y las elecciones de setiembre de ese mismo año y que renunció cuando se acercaban las elecciones de Peñarol para hacer campaña política por la lista 10 del oficialismo.

La llegada de Fernández, un dirigente de extensa trayectoria en la AUF, parecía brindarle a Peñarol las fortalezas que el club necesitaba después de perder reiteradamente en el terreno político frente a Nacional. En el medio, Damiani también desarmó la delegación tras apartar del cargo a Gonzalo Moratorio, integrante de la oposición, para poner otro dirigente oficialista.

Las constantes batallas políticas perdidas por la delegación y las sanciones sufridas por el club por los incidentes en los partidos ante Liverpool, Rampla y Nacional en el Uruguayo Especial 2016 reavivaron el debate sobre la fortaleza de Peñarol en la AUF. Entonces el presidente buscó una vez más un golpe de timón para debilitar la conducción de Valdez.

Primero, en mayo 2016 le quitó la confianza al titular de la AUF, tras un polémico arbitraje de Andrés Cunha ante Wanderers. Sin embargo, el Ejecutivo se mantuvo en funciones sin que peligrara su actuación y el propio Fernández se alineó con Valdez, lo que derivó en que Damiani le reclamara su renuncia como vicepresidente.

Eso se decantó luego del clásico que no se pudo jugar tras incidentes de la barra aurinegra, que le costó a los aurinegros perder el partido ante Nacional en los tribunales.

Luego Peñarol se sumó a los clubes que pedían la salida del Ejecutivo, un movimiento que terminó de desinflarse en diciembre del año pasado.

El desembarco de Welker

Tras más de un año en el que la AUF transitó un camino inédito, porque nunca había sucedido que el gobierno de la Asociación no tuviera el apoyo de Peñarol, en 2017 Damiani decidió cambiar la estrategia y planteó un nuevo escenario a partir de generar nuevos vínculos con Valdez. La llegada de Welker fue el penúltimo capítulo de marchas y contramarchas de Damiani y su relación inestable con la AUF.

Sin embargo, otro fallo de la Comisión Disciplinaria (esta vez fue la decisión de que el partido entre Nacional y River Plate se debe jugar pese a que fue agredido un portero y se suspendió el partido), que los aurinegros consideran injusto, hizo estallar a Damiani, que quiere hacer, una vez más, tambalear a este Ejecutivo.

En Peñarol entienden que Nacional domina la AUF, tiene una delegación sólida que gana los duelos políticos y un representante en el Consejo Ejecutivo como Alejandro Balbi que tiende puentes y es muy astuto desde lo jurídico. Y por eso buscan cambiar la realidad política de la Asociación. Ayer en la AUF había una Asamblea de clubes, donde los aurinegros intentaban empezar a concretar su estrategia.