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Martínez lució solo ante una oposición que criticó al gobierno por su “asfixia” al campo
Por María Eugenia Fernández y Santiago Soravilla
“Te queda bien el blanco, sos el único que venís a dar la cara”, le dijo más en serio que en broma Luis Lacalle Pou a Daniel Martínez algunos minutos antes de comenzar la participación junto a otros 12 precandidatos en la Expoactiva Nacional. El intendente de Montevideo fue el único de los cuatro precandidatos del Frente Amplio que concurrió a Soriano a responder las tres preguntas planteadas por la Asociación Rural en una jornada que será lo más parecido a un debate de cara a las elecciones internas de junio.
Las palabras del nacionalista fueron un presagio de lo que ocurrió después, cuando con distintos grados los precandidatos opositores aprovecharon los tres minutos que tenían en cada respuesta para criticar al gobierno y hacer guiños al sector agropecuario. Quizás la mayor novedad, no por el contenido sino por la repercusión, fue el discurso radical de Gustavo Salle, que se llevó la mayor ovación de la tarde con sus críticas a la finlandesa UPM. Sus palabras fueron tan duras que el propio Jorge Larrañaga, en la última de sus intervenciones, reconoció que parecía “moderado” a su lado.
La jornada transcurrió entre la camaradería de los precandidatos, principalmente los de la oposición, que celebraron sus coincidencias en la necesidad de mejorar la competitividad, buscar un mayor acceso a los mercados y la urgencia de reducir el déficit fiscal. Algunos con tablet y otros con apuntes, todos llegaron hasta el predio con el discurso preparado y lucieron cronometrados a la hora de las respuestas ante un auditorio que aplaudió las propuestas de eliminar los “impuestos ciegos” al agro y “modernizar” los consejos de salarios, los cuales fueron definidos como “sagrados”.
Pasadas las 15:30 el periodista Daniel Castro, que ofició de moderador, inició el intercambio con una pregunta sobre la pérdida de competitividad del sector agroexportador y las medidas que cada uno de los precandidatos tomarían si llegaran al gobierno. Mientras que la oposición coincidió en achicar los gastos del Estado, bajar algunas de las tarifas públicas (como la luz y los combustibles) y promover una inserción internacional agresiva, Martínez se refirió al desarrollo tecnológico, el conocimiento y la innovación.
El expresidente Sanguinetti, por ejemplo, manifestó que en Uruguay hay 1,3 millones de empleos privados contra 1 millón de funcionarios públicos. “Hay 1,3 millones que tienen que sustentar al otro millón”, aseguró. Por lo bajo, algunos de los asistentes afirmaron en tono irónico: “Ahí están los votos del FA”.
Tanto Lacalle Pou como Larrañaga mencionaron la necesidad de contar con una “regla fiscal”. El líder de Alianza Nacional afirmó que es necesario poner un tope a los “gastos discrecionales” y contar con una regla fiscal que, para ser modificada, precise de un “quórum excepcional” del Parlamento.
En representación del oficialismo, Martínez señaló que el “desarrollo tecnológico” es la “herramienta de competitividad en el mundo”. Aunque afirmó que no reniega de los tratados de libre comercio, explicó que es necesario analizar el contenido de los acuerdos y que “no impacten a favor de unos y destruyan a otros sectores”.
Para la segunda parte del evento, los precandidatos fueron consultados sobre las rondas salariales y las negociaciones. Tanto la oposición como Martínez reconocieron que es necesario aplicar cambios en los Consejos de Salarios, un ámbito tripartito de negociación por sectores que se implementó en 1943.
“Estoy de acuerdo, hay que incluir criterios de productividad. De qué manera recapacitamos a los sectores que quedan afuera, contemplar la situación de pequeñas y medianas empresas, que muchas veces quedan afuera y pierden productividad”, afirmó el intendente de Montevideo, de licencia desde el pasado lunes para dedicarse de lleno a la campaña electoral.
Lacalle Pou negó que el debate sobre los Consejos de Salarios estuviera instalado en la campaña electoral. Aunque los defendió, afirmó que los subsectores tienen diferencias. “Tenemos que tener la cintura para que el Consejo de Salarios se pueda mantener, sino es un instrumento que va a quedar en desuso porque no va a mantener los salarios y los puestos de trabajo”, agregó.
Los precandidatos de la oposición también criticaron la ley de ocupación y, en algunos casos, anunciaron que la derogarán si resultan electos presidentes. El senador y precandidato por el Partido Independiente, Pablo Mieres, pidió que Uruguay cumpla “de una vez” con la normativa de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que dice que el “derecho de ocupación no puede ser una extensión del derecho de huelga”.
El dinamismo en las respuestas en las dos primeras tandas hizo que el moderador Daniel Castro propusiera una pausa de diez minutos, pero los precandidatos votaron de forma negativa porque querían aprovechar el ritmo y no llegar tarde a los actos previstos en ciudades cercanas.“Es la democracia”, resumió el periodista y preguntó sobre las políticas tributarias que implementarían en caso de llegar al gobierno.
Otra vez la oposición lució unida, cumpliendo la broma que un rato antes Larrañaga le había hecho a Novick: “no copies, Edgardo”, le dijo de una mesa a la otra cuando vio que observaba lo que Verónica Alonso tenía escrito. El líder de Ciudadanos, Ernesto Talvi, propuso eliminar los “impuestos ciegos” al agro ya que los consideró un “despropósito” y el “mayor enemigo” de la inversión. José Amorín Batlle estuvo de acuerdo, al igual que Carlos Iafigliola y Edgardo Martínez Zimarioff, mientras que Verónica Alonso consideró al déficit fiscal la “madre de todos los borregos”. El precandidato de la Unidad Popular, Gonzalo Abella, prefirió poner el foco en otros impuestos que se han quitado, como el gravamen a las actividades bancarias y en una auditoría a la deuda externa.
Pese a que no se podía hacer alusiones políticas, el precandidato del Partido de la Gente aprovechó el final de su respuesta para repetir la necesidad de reeditar el Partido de la Concertación. “Lacalle hablaba de lo que suponíamos que iba a ocurrir. En la mayoría de los temas pensamos parecido. ¿Por qué votar separado? Tenemos que hacerlo juntos”, les dijo a todos, mientras en uno de los extremos Martínez miraba con atención como había quedado en soledad ante un auditorio que lo aplaudió muy poco.
