La carrera de Matt Damon podría haber sido aún más taquillera si cabe. Desde Avatar a Minority Report, el actor estadounidense declinó roles y vio pasar la posibilidad de dirigir la oscarizada Manchester junto al mar, según explicó el viernes en Cannes.
De paso por el festival para presentar su último trabajo, Stillwater, de Tom McCarthy, Damon dio una charla sobre sus decisiones como actor, siempre motivadas "por quién dirige la cinta" y recordó aquellos primeros días en que junto a Ben Affleck llamaban a la puerta de Hollywood presentando el guion de En busca del destino (Good Will Hunting).
Damon, de 50 años, ha protagonizado casi un centenar de títulos y rodado con los directores más cotizados, desde Steven Soderbergh a Ridley Scott pasando por Christopher Nolan. Pero si la agenda se lo hubiese permitido, no habría declinado Avatar (2009), de James Cameron, la película más taquillera de la historia.
James me propuso actuar y el 10%" de la recaudación, dijo Damon. "Ahora sería billonario", me "habría comprado un cohete y estaría en el espacio", dijo. Además "dejé escapar la posibilidad de trabajar con él, la próxima vez que me lo proponga, lo haré gratis".
También podría haber actuado junto a Tom Cruise en Minority Report y en El planeta de los simios, de Tim Burton. Pero ya se había comprometido con el lanzamiento de la trilogía Bourne y La gran estafa, lo que a fin de cuentas contribuyó a engrandecer su fama.
Damon ha "estado a punto de dirigir varias veces", como fue el caso de Manchester junto al mar, de la que fue productor.
Bajo las órdenes de Clint Eastwood en la película Invictus, Damon no tuvo derecho al error. "Primer día, primera toma. Pido a Clint volver a empezar de nuevo y me dice: '¿Por qué? Quieres hacer perder el tiempo de todo el mundo?'" En cambio, en El buen pastor, el actor se hizo al "estilo repetitivo" de Robert de Niro: para una escena pronunció "las mismas siete líneas durante 44 minutos. Hay que tener mucha disciplina".
Antes de codearse con los grandes nombres de Hollywood, tuvo que abrirse camino. El guion de En busca del destino que escribió junto a su amigo Ben Affleck lo cambió todo.
"Éramos tres en un apartamento horrible, Ben dormía en el sofá y le salían las piernas". Pero en 1994, vendieron el guion. "Nunca habíamos tenido tanto dinero y los dos salimos directo a comprarnos dos Cherokees". La suma también les permitió buscar una vivienda mejor y para probar su solvencia, "presentábamos la portada de la revista Variety que hablaba de nosotros. Sin ese artículo, no hubiésemos podido alquilar nada".
Tres años más tarde, Damon y Affleck ganaron el Oscar al mejor guion y el primero estuvo también nominado como mejor actor.
Casado con la argentina Luciana Barroso, con quien tiene cuatro hijos, Damon se alegra de ser un tipo "aburrido" y que los paparazzi hayan dejado de interesarse por su vida privada. "No ganarían mucho dinero apostados frente a mi casa", aseguró.
Se estima con más suerte que su amigo Brad Pitt, un "tipo tan normal" pero "rodeado de gente completamente loca". "Yo no podría". "Me siento muy afortunado porque a mí me tocó lo mejor: puedo hacer el trabajo que quiero y toda esta mierda la mantengo al margen".
(AFP)
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