Dos décadas atrás toda una generación de padres se vio embestida por el bombazo que implicó el hipnótico efecto de la televisión sobre sus hijos. Aunque a partir de 1960 ese aparato se fue instalando en los hogares uruguayos, la influencia más fuerte se dio sobre finales de los '90 con una imagen a color ya instalada, el florecimiento de los primeros servicios de televisión para abonados y el desembarco del Family Game. El resultado era, entonces, dibujitos, videojuegos y mucho color.
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