El jefe de gobierno alemán, Olaf Scholz, se reunió en Beijing con presidente chino, Xi Jinping, en el marco de una visita oficial de un día no exenta de críticas, encuentro durante el cual le pidió que use "su influencia" sobre el gobierno de Rusia para convencerlo de que ponga fin a la guerra en Ucrania.
"Le dije al presidente que es importante que China ejerza su influencia sobre Moscú", afirmó a la prensa el canciller alemán. "Rusia debe detener de inmediato los ataques que sufre diariamente la población civil y retirarse de Ucrania", agregó.
El jefe de gobierno alemán también se refirió al acuerdo mediado por Turquía y Naciones Unidas (ONU) para facilitar las exportaciones de cereales desde puertos ucranianos, acuerdo que expira el 19 de noviembre. "Le pido al presidente ruso que no rechace su prolongación. El hambre no debe convertirse en otra arma", declaró Scholz, según la agencia de noticias AFP.
El jefe de gobierno alemán señaló además que "invitó al presidente Xi a participar activamente en la lucha contra el hambre en el mundo" y subrayó que "China y Alemania tienen una responsabilidad particular, como prestamistas internacionales" para actuar contra la degradación del endeudamiento de los países más pobres.
Precedido por comentarios poco indulgentes por parte de la prensa alemana sobre su visita a Beijing, Scholz no esquivó la polémica y dijo que habló también con Xi de otros temas de tensión, como los reclamos de soberanía de Beijing sobre Taiwán, las tensiones geopolíticas en la región de Asia-Pacífico y el respeto de los derechos humanos.
"Hablé hoy de nuestra creciente preocupación por la estabilidad y la paz en la región. China tiene una responsabilidad especial en este sentido", subrayó el canciller alemán. En cuanto al respeto de los derechos humanos y de las minorías, Scholz aseguró que "era importante para mí dejar en claro nuestras convicciones".
"Como lo demostró nuestra reunión, hay diferencias entre nuestros dos países", evaluó el canciller Alemán, quien fue recibido por Xi en el Gran Salón del Pueblo de Beijing. Scholz es el primer dirigente de la Unión Europea y del grupo G7 de naciones industrializadas en viajar a China y reunirse personalmente con su presidente desde el inicio de la pandemia.
Tras la reunión, el canciller alemán aseguró que su país quiere "desarrollar más" las relaciones económicas entre Alemania y China. "Hablamos sobre cómo podemos desarrollar más nuestra cooperación económica en otras áreas, como cambio climático, seguridad alimentaria y sobre los países endeudados", dijo Scholz, según una fuente del gobierno alemán.
Según los medios estatales chinos, Xi estimó que la visita oficial del canciller alemán "impulsará el entendimiento y la confianza mutua, profundizará la cooperación práctica en varios campos y creará planes sensatos para el desarrollo de las relaciones China-Alemania".
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