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Peñarol está obligado a lograr contundencia ante Fluminense

El aurinegro dejó dos unidades por no saber definir, pero sumó otros pecados como marcar mal sin Guzmán Pereira; ante los brasileños es otra historia
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21 de julio de 2019 a las 05:02

La contundencia es una de las grandes virtudes que debe tener cualquier equipo que se digne de tal. Peñarol ha tenido momentos –varios– en los que ha contado con ella, que la ha trabajado, con la cual ha ganado muchos encuentros con y sin Diego López.

El sábado contra Progreso en el Capurro, pasó todo lo contrario. El equipo llegó en pocas ocasiones –no tuvo tantas chances– y pecó de no saber liquidar el encuentro cuando pudo.

Eso a la larga se paga. Si el rival lo sabe aprovechar, es tan viejo como el fútbol que se paga. Y Peñarol lo pagó dejando dos valiosos puntos contra un rival que profesa ideas futbolísticas muy parecidas porque su entrenador, Leonel Rocco, es muy ofensivo. Tanto fue así que sus variantes fueron decisivas para lograr el empate y casi ganarlo sobre el final con un remate de Gustavo Alles que dio en el travesaño.

Claro que tan importante como esos cambios de Rocco fue de trascendente la baja por lesión de Guzmán Pereira. Allí Peñarol se quedó casi sin marca en la mitad de la cancha y para peor, el ingreso de Cristian “Cebolla” Rodríguez no ayudó en nada. El capitán entró en la cancha pero no en el juego y normalmente cuando eso sucede, el equipo lo siente.

Pero esas dos unidades trascendentes que relegó Peñarol, ya quedaron atrás. Ahora está la obligación de pensar en el encuentro del martes por Copa Sudamericana contra Fluminense en el Estadio Campeón del Siglo.

Para el martes volverán seguramente Fabricio Formiliano a la zaga y Walter Gargano a la media cancha, dos ausentes del sábado.

Además, más allá de que espera por la evolución de Guzmán Pereira, se espera que también llegue sin problemas. El que está complicado (ver nota aparte) es Ignacio Lores, el mejor aurinegro del sábado en el Capurro por un esguince de tobillo.

Los futbolistas de Peñarol tienen muy claro que no les puede fallar la contundencia en un partido de carácter internacional. Pecar allí es dar un paso al vacío.

El mismo Diego López lo admitió tras el 1-1 del sábado: “No terminamos la jugada en el momento para cerrar el partido. Hemos cometido errores ahí. Son todas cosas que tenemos que mejorar para enfrentar a equipos fuertes que no te regalan nada”.

Pero a este Peñarol, al que jugó el sábado, le faltaron otras cosas. Si bien la contundencia fue uno de los rasgos salientes, hubo muy poca generación de juego cuando el rival lo apuró.

Mientras Progreso se tiró atrás y le regaló espacios –como ocurrió en la primera parte– el conjunto mirasol tuvo salida permanente con Lores.

Pero en el complemento, Peñarol careció de gestación de juego y apenas llegó al arco de Nicola Pérez. El tema es que cuando lo hizo, marró dos goles imposibles y el arquero también fue fundamental: en la primera jugada le sacó un cabezazo de forma brillante a Agustín Canobbio y luego, cuando se iba solo Brian Rodríguez, no definió como mandan los libros –de primera, sin embarullarse– y prefirió tocarla al medio para que fuera Gastón Rodríguez quien se embarullara. Así fue el perdón aurinegro a un rival que después no lo perdonó. Es el fútbol en estado puro.

Pero otras cosas que debe preguntarse Peñarol es ¿cuál es el verdadero nivel de Brian Rodríguez, su principal futbolista de estos días? Porque una cosa fue ante Boston River y otra muy distinta –y opaca– contra Progreso. A veces el juego aurinegro depende de la repentización que tenga el juvenil y si el martes no aparece, puede ser otro pecado capital.

Cabe recordar que ya no tendrá a Darwin Núñez quien estará de lleno con la selección que participará de los Juegos Panamericanos de Lima desde fin de mes y que Lucas Viatri viene de una lesión que lo radió del debut en el Intermedio y que ante Progreso estuvo 14 minutos en cancha.

En materia de marca, al equipo de Diego López no puede sucederle lo que le ocurrió en el Capurro el sábado cuando se fue lesionado Guzmán Pereira. Fue como si hubieran apagado la luz. Entró el Cebolla y la marcación y el orden se perdieron. Un problema grave.

Otro que tuvo altibajos fue Giovanni González por su lateral. Le cuesta volver al nivel previo a la Copa América.

Fluminense no es ningún cuco. Sí es verdad que siempre ante rivales brasileños hay que tener más cuidado, pero este Flu viene de ocho partidos seguidos sin ganar. Desde el 23 de mayo que no lo hace, precisamente cuando goleó 4-1 a Atlético Nacional de Medellín para clasificar en la Copa. Para este torneo contrató al veterano Nené –acaba de cumplir 38 años– y quien jugara en España, Francia e Inglaterra, por ejemplo, y también está el ex Santos, Paulo Henrique Ganso en el plantel.

Peñarol debe mejorar en varios aspectos y si bien jugar Copa Sudamericana puede tener otro condimento desde lo emocional, desde lo futbolístico está obligado a mejorar sustancialmente, máxime teniendo en cuenta que se juega en el ámbito internacional.

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