Qué hay detrás de la candidatura de Bergara

En el ciclo de entrevistas que El Observador realiza, ya se lo preguntamos a dos. Alonso dejó claro que su objetivo es la vicepresidencia y ve a las internas como una oportunidad para posicionarse. 

Esta semana, ante la misma pregunta, el precandidato frenteamplista Mario Bergara primero pareció enojarse. Pero luego contestó con pistas que son muy importantes para entender las transformaciones políticas que están detrás de estas elecciones, pero no con perspectiva de corto ni mediano plazo, sino a un futuro más lejano.

Cuando uno está inmerso en medio de un cambio histórico, tal vez no tiene la perspectiva para visualizarlo en su dimensión. Pero lo que está sucediendo hoy en el Frente Amplio, parece tener todas las características de una transformación que será clave para el futuro de ese partido político.

Si bien estarán presentes en la campaña, la ausencia de los tres líderes históricos (Tabaré Vázquez, José Mujica y Danilo Astori) abre un escenario absolutamente transformador para la izquierda. ¿Eso quiere decir que los nuevos liderazgos surgirán de estas elecciones internas?

No. Lo que está en juego en estas elecciones es menos que eso. Ni siquiera se puede decir que el que gane la interna –salvo que luego gane las nacionales y sea electo presidente– se lleve la cocarda de ser uno de los futuros líderes del FA.

Pero para dirigentes como Bergara (53 años) y Óscar Andrade (44 años), la campaña les da una visibilidad única que luego podrán potenciar (o no), según sus capacidades y acciones del próximo quinquenio. 

Si bien para Andrade sería mucho más fácil proyectarse como una figura de recambio en los liderazgos si Frente Amplio está en la oposición el próximo período, Bergara puede transformarse en una figura de peso desde la gestión, en un cuarto gobierno frenteamplista. Seguro tiene capacidades técnicas y tal vez, de nuevo a diferencia de Andrade, le falta todavía potenciar las políticas. 

Es cierto que Bergara ya tuvo roles centrales en estos 15 años.  Fue presidente del Banco Central, subsecretario de Economía y hasta ministro de esa importante cartera en algún tramo. Pero siempre lo hizo debajo del ala de Danilo Astori, como parte de su equipo.

Ahora, en momentos en que en todos los partidos hay dirigentes que buscan capturar el voto astorista, Bergara se muestra como alguien que sale desde ahí, pero que puede perfilarse incluso con una visión superadora.

Bergara tiene a la vez el desafío de sobrevivir a esta interna con una estructura casi nula. Ninguno de los grandes sectores del FA apoya su candidatura y solo cuenta con pequeños grupos sin representación parlamentaria y casi nula presencia en los organismos internos del FA. 

Estas cuatro frases de la entrevista que Paula Scorza y Martín Tocar le hicieron esta semana demuestran qué está detrás de su candidatura y cómo piensa posicionarse. 

1- Aquí deja claro que su apuesta no es a esta elección. Está pensando en el siguiente período:

“No estamos para ver qué chance tenemos. Estamos para reflejar una sensibilidad que hay en el  Frente Amplio (...) Ese perfil en el Frente Amplio existe y va a seguir existiendo independientemente del resultado de junio”.

2- Luego fue más allá. Aún perdiendo, Bergara quiere ser el dirigente frenteamplista que encolumne la renovación moderada del FA, algo que Astori intentó pero no pudo concretar:

“En junio va a ganar un candidato o una candidata, todos nos encolumnaremos detrás del candidato que gane, pero eso no quiere decir que la diversidad en el Frente Amplio desaparezca, al contrario. Por eso no tenga ni una pizca de duda de que no existe la chance de que nosotros no sigamos compitiendo porque estamos reflejando una sensibilidad que existe en el Frente Amplio”.

3- Bergara dejó claro su origen -repitió varias veces su cercanía con el general Líber Seregni- y especialmente con Astori. 

“Yo estuve 13 años y medio en el equipo económico. Trabajé pegado a Astori todo ese tiempo, compartimos años y años de trabajo en las reformas estructurales que hizo el Frente Amplio, en todos los procesos en materia económica y financiera del país, por lo tanto me siento parte de ese proceso y de esa pequeña tradición”.

4- Pero luego, con otra frase, también dejó claro que no pretende ser una “réplica” de Astori, porque cree –acertadamente– que los nuevos liderazgos no se construirán con candidatos que vengan a sustituir exactamente los perfiles de los tres históricos.

“Lo que sí no hay que confundir con el hecho de que la renovación en la estructura de liderazgos vaya a ser la réplica de la estructura actual. O sea, no va a venir uno a sustituir a Astori, uno a Mujica, uno a Vázquez. Va a ser un barajar y dar de nuevo, una formulación que no sabemos cómo va a terminar, lo dirán los frenteamplistas a la hora de votar. Pero nadie va a heredar las lógicas de liderazgo actuales”. 

Quiénes serán los nuevos líderes del Frente Amplio no será algo que defina esta interna, pero para Bergara esta elección es un banco de prueba para ver si desde la opinión pública puede consolidar un liderazgo que hoy desde la estructura tradicional frenteamplista no logró. Si consigue hacerlo desde una corriente de opinión sin sectores fuertes, seguro que habrá empezado a renovar al FA, donde históricamente el peso mayor lo tienen los grupos políticos.