Cerro se adueñó del barrio

Y perdió en buena ley porque su rival fue superior durante gran parte del juego con un Federico Klein que hizo la diferencia en el ida y vuelta de una media cancha que ganó la pulseada.

Después de un primer tiempo para el bostezo en el que Cerro llegó mucho más haciendo que Rodrigo Odriozola –capitán y que en el complemento se hizo expulsar de manera infantil por insultar a un rival luego de correr 50 metros– fuera figura sacando dos goles hechos, el complemento fue el verdadero clásico que todos quienes concurrieron al Olímpico querían ver.

Mucha más entrega, más llegadas, más actidud de ambos y un gol de esos que se ven pocas veces porque un centro se le metió en el segundo palo a un Odriozola que esta vez reaccionó tarde, tan tarde que la tuvo que ir a buscar al fondo de la red.

El que había rematado fue el stopper por izquierda, Agustín Hernández y Maureen Franco salió gritando como si el tanto hubiese sido suyo. Pero no fue así.

Claro que toda la experiencia y oficio del delantero hicieron enervar a Rampla que se perdió enseguida el 1-1 de manera poco creíble luego de que Jhony Galli se lo perdiera absolutamente solo debajo del arco y sin marca.

Franco se lesionó, se tiró en el campo y se armó en la mitad de la cancha. ¿Resultado? Cuatro expulsados, dos por bando.

Rosario Martínez había sacado de la cancha a Loly Piñeiro y eso ya había molestado a los hinchas que en el final se desquitaron más aún con el DT.

Es que Rampla está cada vez más comprometido en el descenso, se encuentra penúltimo y no consigue resultados.

A Cerro no le importó y se embolsó tres puntos en la Villa.