Opinión > EDITORIAL

Respeto a la Plaza Zabala

Es necesario que los bancos colocados en la Plaza Zabala sean quitados
Tiempo de lectura: -'
16 de mayo de 2019 a las 05:01

Se ha cometido un crimen en una de las plazas más lindas y viejas de Montevideo. Algún burócrata de nula formación urbanística e histórica decidió asesinar sin piedad a la histórica y siempre bella Plaza Zabala.

Uno de los rincones más emblemáticos de la Ciudad Vieja, ligado íntimamente a un pasado glorioso, en que Montevideo no titubeaba a la hora de proyectarse como una elegante capital europea en el continente americano, fue intervenido con mal gusto, ignorancia y mediocridad.
Una ciudad que no respeta su pasado dorado está condenado a la mendicidad y a la burla. Eso es lo que transmiten los adefesios para sentarse ubicados hace pocos días en torno a la plaza. Ni siquiera puede asimilarse a una estética moderna o nada que se le parezca a vanguardia artística; representan lo peor.

Con los zocotrocos instalados allí arruinaron uno de los pocos entornos urbanísticos de la Ciudad Vieja que mantenía vivo el espíritu de convivencia entre vecinos, trabajadores, turistas y la rica historia de la ciudad.

Resulta imposible defender la intervención de este “nuevo equipamiento urbano”. Es horrible. El majestuoso Palacio Taranco a su lado también ha sido violado por esta intervención de asientos espantosos, no solo alterando el espíritu del lugar, sino arruinando la magia y armonía digna del entorno.

Los zocotrocos donde sentarse llegaron además justo cuando los vecinos venían denunciando la falta de mantenimiento de la plaza, del césped y las flores (magnolias). La comuna ya había eliminado el placero y el jardinero aduciendo falta de presupuesto.

“La Plaza Zabala, diseñada por el arquitecto, paisajista y botánico francés Edouard André, fue inaugurada en 1890. El Palacio Taranco se termina de construir en 1910. Juntos, en el entorno inigualable de la circunvalación Durango de Ciudad Vieja conforman uno de los hitos urbanos de Montevideo. Y no me refiero sólo al valor patrimonial, sino a su valor urbano. Plaza, calle, viviendas, comercios, museo, parecen convivir en una armonía increíble”, explicaba con enorme dosis de sentido común en Facebook la arquitecta Micaela Villalba.

 “¿Qué sentido tiene generar un espacio de plaza junto a otra plaza que ya es vivida intensamente a diario como tal? ¿Qué sentido tiene arruinar la identidad de esta calle, con todo el valor que ella tiene?”, se pregunta.
Es una pregunta que clama por una respuesta urgente. Tan urgente como que retiren los zocotrocos a la mayor brevedad posible demostrando sensatez y que queda algo de buen tino entre las autoridades municipales que los instalaron.

El episodio en sí mismo debería servir de llamado de atención a quienes toman las decisiones urbanísticas en Montevideo. Es de importancia mayor valorar lo bueno y noble que sobrevive del pasado.

Uruguay es una nación de emigrantes que construyeron un país que debería estar orgulloso de sus raíces. Somos una mezcla de nacionalidades que forjamos a fuerza de trabajo y ansias de superación un pequeño país modelo. Su arquitectura urbanística, como en el caso de la Plaza Zabala y su entorno, es un recordatorio presente de cómo nos proyectábamos hace más de un siglo. Por lo antedicho resulta de orden considerar el retiro inmediato de los zocotrocos.

Comentarios

Registrate gratis y seguí navegando.

¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 345 / mes

Elegí tu plan

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Te quedan 3 notas gratuitas.

Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 345 / mes

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Elegí tu plan y accedé sin límites.

Ver planes

Contenido exclusivo de

Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.

Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá

Cargando...