El DSCOVR, o Triana, como supo llamarse tiempo atrás, es un observatorio climático del espacio profundo y es la primera misión espacial que mantiene la distancia suficiente de la Tierra para poder capturar toda su superficie iluminada en una sola imagen.
Fue lanzado en febrero de 2015 y se encuentra a 1.500.000 kilómetros de distancia. Captura fotos del planeta varias veces por día, todos los días y sus resultados son publicados en línea por la NASA, al cabo de entre 12 a 36 horas.
La idea original de este aparato fue del ex vicepresidente de Estados Unidos, Al Gore, quien imaginó en 1998 un satélite que pudiera transmitir una imagen digital ininterrumpida de la Tierra iluminada por el Sol. Deseaba que esta perspectiva tan lejana del planeta ayudara a concientizar sobre los comportamientos y promulgara cambios en la conducta ambiental.
Para Gore, las imágenes espaciales ya existentes en aquel entonces ayudaban a comprender que "que todos compartimos el mismo hogar planetario" y que, por lo tanto, "tenemos un futuro común, un destino común".
Pensaba así de fotos como "Earthrise", de 1968 que, aunque no muestra a la Tierra completa, fue tomada en la primera misión tripulada por un astronauta a la Luna.
Tenía en mente también a "Blue Marble", o "Canica azul", de 1972, tomada por la tripulación del Apolo 17. Esta última era la única imagen de la Tierra completamente iluminada por el Sol que existía hasta que en 2015 el gobierno de Obama puso en órbita al DSCOVR. Los astronautas del Apolo 17 pudieron lograr la famosa fotografía gracias que tuvieron el Sol detrás de ellos durante su trayectoria.
Desde su lanzamiento, el DSCOVR cumple dos funciones principales. La primera, estudiar el viento solar. La segunda se centra en la Tierra y utiliza dos instrumentos: el NISTAR (un radiómetro) y el EPIC (una cámara de imágenes poli cromáticas de la Tierra).
Es este último dispositivo el que genera las más de 13.000 imágenes del planeta que hoy circulan por la web. Está compuesto por diez filtros que permiten fotografiar la luz del planeta y medir el ozono, los aerosoles, la vegetación y los niveles de cobertura de nubes.
Lo cierto es que, en pleno 2018, las imágenes del dispositivo que Gore soñó en algún tiempo no han producido el impacto que este esperaba en cuanto a los cambios en la conducta ambiental. Sin embargo, no solo las imágenes del DSCOVR, sino también los datos que proporciona pueden contribuir con la búsqueda de vida más allá de la Tierra, ayudando especialmente en el descubrimiento de nuevos exoplanetas, es decir, planetas que orbitan una estrella diferente del Sol.Inicio de sesión
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