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El riesgo de suicidio entre médicos duplica a población general: ¿cómo se puede prevenir?
Cuando se habla de suicidio, los expertos lo tienen claro. La mayoría de las personas que consideran hacerlo no saben cómo ni con quién hablar. Sufren, sufren mucho, pero el estigma persiste. Hay evidencia suficiente de que es un acto que se puede prevenir, que el afectado es potencialmente capaz de revertir la decisión tomada, siempre y cuando su entorno lo ayude a transitar el camino de salida.
En el caso de los médicos, los factores de riesgo se agravan. La depresión, el agotamiento, el mobbing o acoso laboral y la disfunción familiar son causas que llevan al suicido en esta profesión, donde la cifra a nivel internacional llega a duplicar la tasa de suicidios récord de Uruguay que se registró en 2002 que fue de 20,62 suicidios cada 100 mil habitantes. Las cifras internacionales reportan que hay 40 suicidios de médicos cada 100 mil habitantes y que es la cifra más alta entre todas las profesiones. A su vez, por cada cuatro hombres que se suicidan lo hace una mujer. Pero ellas lo intentan más porque por cada tres mujeres, lo intenta un hombre.
Estos datos internacionales fueron recordados este jueves por el médico forense Guido Berro, en un evento organizado por la Academia Nacional de Medicina, con el fin de generar conciencia sobre la importancia de la prevención del suicidio en este ámbito. Según explicó el excatedrático, se trata de la tercera causa de muerte en la lista que es encabezada por enfermedades cardiovasculares.
"Los médicos tenemos dificultad para reconocer nuestros estados mentales, nuestro bienestar emocional. Actuamos como si debajo de la túnica tuviéramos un traje de superhéroe", expresó a El Observador el psiquiatra Juan Dapueto, coordinador del Programa de Bienestar Profesional del Colegio Médico del Uruguay. Ese sentimiento de omnipotencia, aseguró, lleva a que descuiden el horario de descanso, se sobrecarguen de trabajo, no dediquen suficiente tiempo a la recreación.
Muchos profesionales pierden sus hobbies, porque son tantos los fines de semana y noches en vela que le dedican a su carrera, que cuando quieren descansar lo único que atinan a hacer es dormir. Dapueto además dijo que "cuando el médico está en situación de desgaste laboral, empiezan a afectarse los vínculos personales porque está irritable, se afecta la pareja, muchas veces pierde a sus amigos, se encierra".
Por otra parte, el estigma con el que carga la persona que considera el suicidio está incluso más presente en el personal de salud. "El médico no lo reconoce, lo niega y trata de ocultarlo al máximo", explicó Dapueto. A muchos les genera temor y vergüenza acudir a un colega para compartir lo que les pasa, muchas veces en el mismo centro de salud donde trabajan. Como consecuencia, se automedican con los riesgos que ello trae.
Para atender estos casos, desde abril de 2018 funciona en el Colegio Médico un espacio de asesoramiento, seguimiento y respaldo a médicos con riesgo de suicidio, enmarcado en el programa que Dapueto coordina, que también atiende a profesionales con problemas de drogadicción, alcoholismo o síndrome de burn out. En estos meses de funcionamiento han atendido a 30 pacientes y, según el psiquiatra, su evolución fue muy buena en la mayoría de los casos. "Logramos que se vincularan con el sistema de salud, iniciaran el tratamiento, adhirieran al medicamento", manifestó.
La iniciativa de contactar a este servicio surgió de los propios médicos, aunque algunos de ellos fueron inducidos por sus colegas –quienes los instaron a buscar ayuda profesional– y también por recomendación de las instituciones donde trabajan. Estos casos, no obstante, fueron "más complejos", porque en la sugerencia pesó el rendimiento que en el último tiempo tenían.
El titular del programa explicó que el equipo de psiquiatras y psicólogos atienden al paciente en la semana que se genera el contacto. "Es un ámbito privado, de alta confidencialidad, donde el psiquiatra evalúa al colega y le hace recomendaciones. Si es un caso urgente, se hacen recomendaciones rápidas. Después procuramos conectarlo a su prestador, tratando de evitar las demoras, y dar asesoramiento psicológico por un tiempo", aseguró.
Asimismo, la experiencia muestra que en estos casos con frecuencia baja el desempeño e incrementan las inasistencias, por lo que también hay mayor propensión a sanciones y despidos. Por lo tanto, si fuera necesario, el Colegio Médico defendería y respaldaría a quien hizo la consulta frente a la institución médica.
Ahora, la pretensión de Dapueto y sus colegas es estudiar el fenómeno a fondo, para delinear estrategias más eficaces de prevención. La evidencia internacional señala que quien está considerando sucidarse puede cambiar su opinión, por lo que es un acto que se puede prevenir.
