Rubén Magnano, un campeón olímpico para el básquetbol uruguayo

Designado en 2016, Signorelli fue cesado por falta de “sustentabilidad organizacional” del proyecto de selecciones. 

Los dirigentes le achacaron falta de liderazgo para conducir el plantel y un problema de relacionamiento con el líder del equipo, Esteban Batista. 

Tanto el técnico como el jugador reconocieron ese problema que según el pívot de Nacional surgió en el Sudamericano de Isla Margarita de 2016 cuando Signorelli hizo una reunión para sacarlo de la selección. 

Magnano guió a la Generación Dorada de Argentina a ganar su inédito e histórico oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. En 2016 dirigió a Brasil en sus Juegos Olímpicos donde justamente Argentina los eliminó del certamen en forma tempranera. 

El pasado jueves Ricardo Vairo, presidente de la Federación Uruguaya de Básquetbol (FUBB), viajó a Buenos Aires para ofrecerle al cargo al entrenador que este domingo adelantó en forma positiva su respuesta. 

La FUBB dio a conocer la contratación en un comunicado en el que resaltó parte del prestigioso currículum de Magnano quien fue multicampeón con Atenas de Córdoba en la Liga Argentina con el que también conquistó la Liga Sudamericana. 
 

 

El suceso y el juego de aquel Atenas lo catapultó a la selección argentina donde fue el líder de una generación única y ganadora. 

Fue campeón del FIBA Américas 2001, vicecampeón del mundo en una final con arbitraje escandaloso en Indianápolis 2002 y nada menos que oro olímpico en Atenas 2004. 

También fue campeón sudamericano en 2001. 

Entre 1990 y 2004 ganó al menos un título por año llegando a conquistar 20 copas en ese período. 

Con Brasil ganó el oro en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015. 

“Su presentación se llevará a cabo en conferencia de prensa y en breve se darán a conocer detalles de la misma”, afirmó el comunicado. 

En caso de lograr clasificar al Mundial, Magnano estará al frente de Uruguay en China 2019. 

Para eso será clave la próxima ventana de Eliminatorias donde Uruguay recibirá el 29 de noviembre a Puerto Rico para jugar el 1º de diciembre contra Estados Unidos. 

Posteriormente, Uruguay cerrará las Eliminatorias jugando como visitante ante México y Puerto Rico. 

Los tres primeros de la serie que también conforman Argentina y Panamá (con los cuales Uruguay ya jugó en la primera fase y de los que arrastra los puntos) irán directo a China. Hay dos grupos de los que el mejor cuarto también obtendrá su boleto.

A Uruguay ya lo dirigieron dos entrenadores argentinos. Uno fue Néstor “Che” García quien asumió en 2003 y en 2008 llevó a Biguá ser campeón sudamericano de clubes, último título internacional del básquetbol uruguayo. 

  
El último argentino en dirigir a Uruguay fue Adrián Capelli, quien lo hizo entre 2014 y 2016. En el medio local, además, dirigió a Atenas. 

En su momento, su designación decretada por el entonces presidente de la FUBB, Ney Castillo, generó el rechazo de la Asociación Nacional de Entrenadores de Básquetbol del Uruguay. 

La trayectoria, la sabiduría, el palmarés y las glorias obtenidas por Magnano sirven para paliar la intempestiva salida de Signorelli, justo luego de obtener un resonante triunfo contra México por las Eliminatorias. 

Con una liga local que ha sufrido un montón de partidas al exterior luego que el cupo de extranjeros pasara de dos a tres para esta Liga 2018-2019 que se inició el viernes, pero con instalaciones de nivel exclusivas para la selección –hace unos años era un karma preparar a los celestes por diversas canchas y sin condiciones mínimas– el argentino tendrá escaso tiempo de trabajo para preparar al equipo para lo que se viene. Y está en juego un pasaporte al Mundial.