Por Sebastián Panzl, desde Moscú
De forma sutil, Moscú se preparó para evitar la nueva estrategia de los atentados terroristas. Luego de observar cómo los atacantes utilizaban vehículos para atropellar gente en las peatonales en varias ciudades europeas, los rusos construyeron bancos que parecen de madera, pero están rellenos de hormigón.
De esta forma, esos bancos como el que se puede apreciar en la foto que acompaña esta nota, eventuales terroristas no podrían atravesar sendas peatonales o determinados lugares que pueden ser riesgosos.
Otra de las micro medidas tomadas por las autoridades rusas contra el terrorismo se puede ver en el metro de Moscú. En las estaciones no hay papeleras para evitar que los terroristas puedan utilizarlas para colocar
explosivos.
A pesar de ello, no se ve un solo papel tirado en el suelo. La pulcritud del subterráneo es asombrosa.
El terrorismo
El gobierno de Putín tomó muchas medidas para reforzar la seguridad. El objetivo de luchar contra el terrorismo es firme, porque Rusia ha sido nombrado explícitamente como objetivo por el
Estado Islámico. La intervención del ejército ruso en Siria, lo transformó en un enemigo directo de la organización yihadista.
Para eso, las autoridades decidieron el cierre de muchas fábricas "peligrosas" alrededor de las ciudades-sede. Además, se previó una presencia masiva de policías: hay unos 30.000 desplegados únicamente en Moscú.
En la semana del inicio de la copa, el Departamento de Estado de
Estados Unidos emitió una advertencia a los ciudadanos de Estados Unidos sobre la posibilidad de que terroristas puedan atacar algunos estadios.
"Eventos internacionales de gran escala, como la Copa Mundial, presentan un blanco atractivo para terroristas", expresó el Departamento de Estado en su comunicado.