Desde las primeras horas de este martes se hablaba de una nueva guerra. En menos de 24 horas seis palestinos integrantes de organizaciones radicales habían muerto en medio de bombardeos y otro civil había muerto en Israel, y se preveía una escalada de violencia que hacía recordar a los peores momentos de la guerra de 2014. A los cientos de cohetes que se habían lanzado desde Gaza que dejaron un muerto y varios heridos -luego de una incursión militar israelí en la franja-, Israel respondió con bombardeos sobre el territorio palestino.
Sin embargo, la intervención de Egipto logró que al menos por el momento la tensión quedara en suspenso. Cuando todo hacía prever que habría más malas noticias en breve, el movimiento islamista Hamas y otros grupos palestinos anunciaron un alto al fuego con Israel.
"Los esfuerzos de Egipto permitieron llegar a un cese al fuego entre la resistencia y el enemigo sionista, y la resistencia lo respetará mientras el enemigo sionista lo haga", anunciaron los grupos en un comunicado conjunto.
Por el momento no se obtuvo ninguna confirmación por parte de Israel, que no suele comentar anuncios de este tipo. Sin embargo, el ministro de Defensa israelí, Avigdor Lieberman, desmintió a través de un comunicado haber apoyado el cese de las operaciones israelíes.
Entre todos los repuntes de violencia recientes, este es el que más amenazó los esfuerzos de la ONU y Egipto para conseguir llegar a una tregua durable entre Israel y Hamas.
Este martes, aunque seguían disparándose cohetes desde el territorio palestino hacia Israel, desde donde proseguían los bombardeos contra posiciones militares en la Franja, los intercambios eran de menor intensidad.
Durante la noche, decenas de miles de israelíes de Ascalón y otras localidades cercanas al enclave estuvieron corriendo sin cese hacia los refugios alertados por las sirenas.
En la Franja de Gaza se oyeron toda la noche los ataques israelíes, que destruyeron varios edificios, incluyendo la sede de la televisión de Hamas o las oficinas de un servicio de seguridad.
El ejército israelí contabilizó unos 460 disparos de cohetes desde el lunes a media jornada. Como respuesta indicó haber atacado cerca de 160 posiciones militares del movimiento islamista Hamas y de su aliado, la Yihad Islámica.
La calma relativa reinaba este martes en la ciudad de Gaza, donde las calles estaban desiertas y las escuelas cerraron. La Franja de Gaza tiene dos millones de habitantes que sufren la guerra, la pobreza y el desempleo, producto de un férreo bloqueo por mar, aire y tierra que aplica el estado de Israel. También se anularon las clases en las localidades de Israel cercanas al territorio.
El ejército israelí envió refuerzos de infantería y vehículos blindados y desplegó nuevas baterías antimisiles, aunque de momento no apeló a los reservistas, como hizo en 2014. Un periodista de la AFP vio tanques que se dirigían hacia la Franja.
Israel se enfrenta "sin duda a los disparos de cohetes más intensos desde el verano de 2014 (...) y al ataque más grave por parte de organizaciones terroristas contras las poblaciones civiles israelíes", dijo un portavoz del ejército, el teniente-coronel Jonathan Conricus.
El ejército israelí y los grupos armados palestinos intercambiaron amenazas y el brazo armado de Hamas, las brigadas de Ezzeldin Al Qasam, advirtieron que ampliarían su campo de acción en función de la respuesta de Israel.
La escalada empezó el domingo con una infiltración de las fuerzas especiales israelíes, una operación que terminó con la muerte de un teniente-coronel israelí y de siete palestinos, entre ellos un comandante del brazo armado de Hamas y varios miembros de las brigadas Al Qasam.
En represalia, las brigadas Al Qasam hirieron gravemente a un soldado en un ataque con un misil anticarro, lo que desató la respuesta israelí.
Decenas de israelíes resultaron levemente heridos, sobre todo por esquirlas, según los servicios de socorro. La mayoría de cohetes disparados desde Gaza cayeron en zonas deshabitadas, indicó el ejército, pero algunos alcanzaron edificios.
En Ascalón, falleció un trabajador palestino originario de Cisjordania, identificado como Mahmud Abu Asba, de 48 años.
La Franja de Gaza vive bajo tensión desde marzo y al menos 234 palestinos murieron desde entonces. También fallecieron dos soldados israelíes.
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu reunirá el miércoles su gabinete de seguridad, un foro limitado que trata las cuestiones más sensible, indicaron los medios.
El Observador y AFP
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