Cuando un hijo lanza sus primeras palabras, en especial cuando dice "mamá - papá", la emoción invade a esos padres que escuchan entre sorprendidos y orgullosos. El corazón se agranda, lo comentan con todos los parientes y se espera con muchísima ansia que se repita.
El desarrollo del lenguaje es un proceso complejo que va mucho más allá del habla, y que comienza antes que la emisión de las palabras. El lenguaje es un proceso que incorpora el habla, pero incorpora también la capacidad de entender, de expresarse y de gestualizar.
En referencia con este concepto, el niño comienza a hablar desde el nacimiento. Comienza a comunicarse desde el primer día, es decir, se expresa y comprende su entorno. Los padres por su parte, deben aprender a interpretar a ese niño. Qué significa el llanto en un niño (es lo primero que sabe y puede hacer)... ¿es hambre, es dolor, es molestia o simplemente se está expresando?
Asimismo, existe una etapa pre-lingüística que se da antes del año. Se trata del gorjeo y el balbuceo. El ajó que empieza a hacer un niño, contestando a un estímulo que hacen sus papás, no significa nada en sí, pero significa que se está relacionando, que se está comunicando, que está haciendo uso del lenguaje. Luego ese ajó se pierde, es normal, es parte de la evolución.
Después empieza el laleo "da, da, da", hasta que un día dice sus primeras palabras.
¿Cómo saber si la evolución del habla va en un buen camino?
El primer año de vida es crucial para emprender el habla, por ello es importante observar en este periodo si hay algún tipo de respuesta al estímulo planteado. Cuando un niño no repite el ajó o no responde o reacciona de alguna manera a los estímulos, algo puede estar pasando. Uno tiene que estar alerta a un niño que no emite ningún sonido o no responde con gestos como el de chau con su mano (cuando está cerca del año). Cerca de los 12 meses debe poder tener estos gestos sencillos, que se enseñan también a través del habla. Debe reaccionar cuando se le llama por su nombre. Estos son aspectos que se tienen que atender durante el primer año.
¿Qué rol juega la estimulación?
El ambiente del niño y la estimulación son fundamentales para el desarrollo del habla y la comunicación. En todas las edades es importante hablarle al niño. Es necesario hablarle desde que es bebé, desde que nace. Hay que hacerlo con un lenguaje sencillo, pero no infantil ni con mala pronunciación, porque el niño aprende desde la observación y la imitación.
A los 6 meses ya se le puede empezar a mostrar figuras, aunque parezca que no lo entienda. Son los primeros pasos para asociar palabras con imágenes, de a poco irá descubriendo que cada objeto tiene un nombre. Cantarle también es una gran estimulación.
Por otra parte, es fundamental generar un hábito a la lectura desde sus primeros días. Es aconsejable hacerse un momento diario, con diez minutos alcanza, lo importante es hacerlo con frecuencia. El beneficio de la lectura es múltiple: amplía el vocabulario, estimula la imaginación y fomenta la memoria.
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