Tabárez y su apuesta por el cambio, ¿resultó?

La imagen que dejó Óscar Tabárez en la conferencia de prensa tras la derrota ante Perú y la eliminación de la Copa América de Brasil contrastó con lo que habían sido las anteriores comparecencias del entrenador previas a cada partido.

En el Arena Fonte Nova, el técnico dijo estar “desilusionado” con la caída porque el objetivo en Brasil era ganar el título. Luego, se molestó con una pregunta.

Antes, en las otras conferencias, había respondido con serenidad, tomándose su tiempo para explicarles a los periodistas.

Fue una Copa complicada para el entrenador que tuvo que ver cómo a los 81 minutos del partido del debut ante Ecuador, cuando se lesionó Matías Vecino, comenzaba a derrumbarse el plan que había trabajado en el Complejo Celeste.

Dijo estar acostumbrado a las adversidades. Al siguiente partido, ante Japón, se quedó sin Diego Laxalt y en el otro, ante Chile, no pudo contar con Lucas Torreira ni Cristhian Stuani, ambos con fiebre y mareos. Tuvo que responder rápido para sustituir a Laxalt y optó por mandar a la cancha a Giovanni González para su debut en un encuentro oficial.

En lo táctico, Uruguay se mantuvo fiel a la propuesta que Tabárez viene utilizando en el último tiempo y tuvo algunas variantes según circunstancias de partido. El 4-4-2 fue el esquema madre con una línea de volantes con un doble cinco y dos extremos.

La otra opción que manejó el DT se dio cuando decidió colocar a Lucas Torreira desde el banco, frente a Ecuador y ante Perú. En esos minutos, el equipo quedó con el fraybentino más replegado junto a los zagueros, con Valverde y Bentancur más adelante y con Giorgian De Arrascaeta como enganche, como fue en el cierre frente a Perú.

La idea de juego

La propuesta de la selección también fue variando a lo largo del torneo y de las circunstancias. Tal como había trabajado en el Complejo, Uruguay llegó a la Copa América con un mediocampo de buen pie –conformado en ese momento por Nahitan Nandez, Matías Vecino, Rodrigo Bentancur y Nicolás Lodeiro– que tuvo un gran arranque frente a Ecuador.

Pero en el segundo partido, las circunstancias cambiaron y la celeste volvió al manual del pase largo salteando el mediocampo. Los jugadores quedaron conformes con ese planteo ya que también le permitió generar varias situaciones de peligro

En el tercer partido, ante Chile, se mantuvo ese plan y se ganó por 1-0 en el cierre del juego, cuando Uruguay salió a ser protagonista.
Ante Perú, la celeste tuvo el control durante la mayor parte, pero no pudo abrir el marcador ni la defensa rival. Luego, los penales marcaron la eliminación de Uruguay.

Los cambios en la idea dejan interrogantes sobre lo que podrá ocurrir en los próximos juegos, ya de cara a las Eliminatorias para Catar 2022.

¿Si se mantiene la propuesta de saltear el medio, sirve tener jugadores de buen pie ahí? En el último partido ante Perú, los volantes comenzaron a responder esa duda mostrando su faceta defensiva cuando hubo que hacerlo, pero también sacando su perfil ofensivo cuando el partido pedía eso para Uruguay.

Al respecto, en la última conferencia, Tabárez dijo que tendrá “mucho tiempo” para analizar todo lo que dejó la Copa América de cara al futuro inminente de la selección.

En el hotel de Salvador, el técnico se despidió de los presentes con un saludo con su mano, de la misma forma que respondió al público que lo aclamó en cada llegada a las distintas concentraciones celestes.

Además del cariño del público, también fue elogiado por periodistas internacionales en las conferencias de prensa. En ellas, durante sus respuestas y mientras que los jugadores que lo acompañaban lo escuchaban con atención, Tabárez dijo ser “consciente” de estar “más cerca del final” de su ciclo y también, en referencia a los jóvenes jugadores del plantel, que quizás él ya no esté cuando pasen a ser los futuros líderes del equipo.