Un grupo de delincuentes ingresó en la noche de este miércoles al club privado El Faro, ubicado en Carmelo, para ubicar a "un empresario que no estaba allí", aseguró el director nacional de la Policía, Mario Layera. Los hombres también se llevaron US$ 4.400 que pertenecían a tres familias de argentinos que veraneaban en el barrio exclusivo de la localidad de Colonia.
Layera dijo que el episodio se trató de un "copamiento", y que los delincuentes llegaron "por el río, con vehículos fluviales", provenientes de la ciudad de Buenos Aires. "Es un hecho que nos llama la atención", advirtió Layera, para quien "no se había registrado hasta el momento" una situación de "estas características" en los últimos años.
Los asaltantes, que eran según los vecinos entre cinco y seis y tenían armas de fuego, ingresaron a la hora 23 y se fueron dos horas después.
Las víctimas fueron las tres familias que sufrieron el robo, entre las que había tres niños chicos. De todos modos, ningún resultó lesionado. "No fueron violentos: no hubo insultos ni agresiones", dijo a El Observador la fiscal del caso, Paola Nebot.
Las autoridades están analizando el material audiovisual de las cámaras de seguridad del barrio para precisar los pasos que siguieron los invasores, que desembarcaron en el puerto privado de El Faro, que da hacia el Río Uruguay.
"Hemos movido un equipo de inteligencia para apoyar a la Jefatura de Colonia en la actividad de investigación, con el fin de intercambiar información si es necesario con la República Argentina", añadió el director nacional.
El barrio exclusivo fue fundado por el empresario Eduardo “Pacha" Cantón, un argentino de 71 años que llegó a Carmelo hace tres décadas para convertirlo en un centro turístico internacional. El predio tiene 50 hectáreas de pinos con cerca de 200 propiedades.
Entre esas casas hay una que pertenece a Ernesto Clarens, un exfinancista ligado al expresidente Néstor Kirchner (2003-2007) que es indagado por la Justicia de Argentina por el traslado fuera del país de más de US$ 200 millones en coimas por la obra pública que recaudó ese gobierno, del que era un hombre de confianza.
En los últimos años, Clarens viajó a El Faro unas 90 veces en barcos privados y atracó en el embarcadero exclusivo del barrio –Puerto Camacho–, cuestionado por la falta de controles migratorios y aduaneros.
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