Imagine esta escena: hace un buen rato que el sol se perdió detrás del mar montevideano y la primavera empieza –muy de a poco– a querer ganarle la pulseada al invierno. Curiosamente, sopla un aire más tibio y la temperatura está ideal. Entonces, justo en el momento en el que se da cuenta de que acaba de terminar con todas las responsabilidades del día, le llega una notificación al teléfono del grupo de WhatsApp de sus amigos, o su familia, con un mensaje de algún entusiasta que arenga para salir a tomar y comer algo. Y usted no se resiste.
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