La tarde puede ser el momento más complicado del día.
Un grave error en que podés estar cayendo en no merendar. Saltearte tiempos de comida atenta contra tu energía, tu poder de concentración y tu figura.
Pero entonces, ¿qué hacés para evitar esas harinas y azúcares en exceso, de la merienda? Te contamos tres ideas fáciles y prácticas para integrar a tu rutina.
Los smoothies son tu merienda sin-harina-ni-azúcar-agregado perfecta.
Son batidos balanceados completos, y por eso reemplazan una comida y te dejan satisfecha. Ojo, no es cualquier licuado – debe estar balanceado usando una cantidad suficiente de semillas, manteca de frutos secos y/o ricota (o whey protein) para tener un aporte proteico que nivela el índice glicémico y te da saciedad.
Si es verde mucho mejor porque tiene de el verde nos da beneficios extra.
Probá con esta receta:
Rinde: 1 porción
Ingredientes:
Instrucciones:
Lavá bien todo y pelá el durazno. Si usás kale cortale los cabitos.
Meté todo a la licuadora y licuá hasta que esté bien suave. Listo para disfrutar!
Un yogurt a la tarde es excelente para darte el boost de energía que estabas necesitando y con esta receta puede ser de-li-cio-so y sentirse casi que un postre.
Rinde: 1 porción
Ingredientes:
Instrucciones:
Serví el yogurt en un bowl o taza grande, espolvoreá con la granola y las frutillas picadas. Al final dale un toque dorado con polen granulado.
Si lo querés hacer un poquito más power agregá una cucharadita de manteca de maní.
Te levantan la energía, son buenos para el cerebro, mejoran la digestión y el tránsito intestinal, y además te mantienen saciada por más tiempo – o sea, es excelente anti-antojos y, obvio, cero harinas.
Hay muchas variantes, pero la magia está en la consistencia gelatinosa que le da la chía. Esta receta de Chía Pudding con Acaí es de nuestras favoritas.
Ingredientes:
Instrucciones:
Colocá las semillas de chía, la avena y leche de coco en un pote con tapa – si es de vidrio mejor, cualquier pote de mermelada sirve.
Tapalo y agitá para que el líquido llegue a toda la chía. Dejalo en la heladera al menos 1 hora para que la chía hinche bien y tome consistencia de “pudding” (gelatinoso).
Al momento de comerlo agregale el acaí y batí para que se mezcle bien con el pudding y lo llene de color.
Luego agregá los toppings – la pera y las nueces. Ojo, no te saltees las nueces porque son fundamentales para completar el aporte proteico y para asegurarte que este plato sea anti-colesterol.
Como opcional, usá de topping yogurt natural para un aporte extra de proteína y calcio. Preferí siempre natural descremado, que es el de más fácil digestión y además así evitás grasas extra, colorantes y aditivos que podrían tener otros.
Lic. en nutrición Maren Torheim
Autora del libro “Como comer sano para adelgazar”, Maren trabaja desde hace más de 30 años en policlínica y piso en uno de los sanatorios más importantes del país. Se formó en Uruguay y también en el extranjero, profundizando en la dieta cetogénica para el control de epilepsia.
Siempre ha priorizado el trabajo en equipo, trabajando desde hace más de dos décadas en un equipo interdisciplinario con un cardiólogo y psicólogas para el cambio de hábitos, y con neurólogos y neuropediatras en la dieta cetogénica.
Más recientemente Maren se dedica a un emprendimiento familiar de alimentación detox y saludable, ofreciendo cursos online con coaching nutricional en TanVerde.
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