Un misterio grande como un avión

En marzo de 2014, en un vuelo entre Dallas y Nueva York a primera hora de la tarde, la azafata informó que era el segundo viaje que iba a realizar el avión en su historia.

Algo parecido debieron sentir en un primer momento los 189 pasajeros que en las primeras horas del lunes se subieron al Boeing 737 Max de la aerolínea indonesia Lion Air, para hacer un viaje corto entre Yakarta y la ciudad balnearia de Pangkal Pinang, en una mañana en la cual el clima no presentaba ningún problema como para generar nerviosismo previo. El vuelo salió en hora, a las 6.20, y todos abordo estaban disfrutando del confort y de las nuevas incorporaciones tecnológicas de avión ultramoderno, que tenía solo 800 horas de vuelo y que había comenzado a prestar servicios en agosto pasado. Sin embargo, a los 13 minutos de despegar, el piloto reportó que la nave tenía problemas técnicos y pidió pista para regresar y hacer un aterrizaje de emergencia. La situación comenzó a desarrollarse en forma tan rápida, que antes de poner en práctica las alternativas para apresurar el regreso, el avión ya estaba en situación de emergencia total, sin darle tiempo a la tripulación de evitar el desastre. La nave terminó  impactando en el Mar de Java, originando el peor desastre aéreo en los últimos tres años. El 31 de octubre de 2015 un avión Airbus 321 de la aerolínea rusa Metrojet, con 229 ocupantes a bordo, se estrelló en Egipto debido a un atentado terrorista.

La aerolínea Lion Air, propiedad de un millonario de Indonesia, vuela a 100 destinos,  tiene una flota de 114 aviones, a la que sumarán 252 nuevos, y el año pasado transportó a 60 millones de pasajeros. Es una aerolínea que ha crecido mucho y muy rápido, pero que tiene un pésimo record de seguridad. AirlineRatings.com le dio una estrella sobre siete posibles. El avión accidentado había registrado problemas en una de las turbinas, en el vuelo entre Bali y Yakarta la noche anterior. La nave vibraba y en determinado momento empezó a perder fuerza, teniendo problemas para mantener altitud.

La aerolínea Lion Air, propiedad de un millonario de Indonesia, vuela a 100 destinos,  tiene una flota de 114 aviones, a la que sumarán 252 nuevos, y el año pasado transportó a 60 millones de pasajeros.

Es la primera vez en muchos años que un modelo de avión con un record de seguridad impecable como el Boeing 737 se estrella a poco de salir de fábrica y con pasajeros encima. La empresa Boeing ha vendido más de cuatro mil unidades del modelo 737 Max, el cual es uno de los aviones preferidos por las aerolíneas del mundo. Todavía se desconocen las causas de lo sucedido con la nave de Lion Air, pero el hecho tiene preocupadas a las empresas aéreas que utilizan a diario el modelo, por temor a que la nueva versión pueda tener una falla de origen, la que recién ahora se está manifestando. Teniendo en cuenta la condición prístina del avión, el buen número de horas de vuelo que tenían los dos pilotos, y que las condiciones climáticas eran ideales para volar, el accidente se presenta como un misterio acuciante, sobre el cual nadie se anima por el momento a arriesgar una explicación.