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"Cansado" de que su padre "tenga que poner dinero”, Urrutia busca trabajo en equipos del mundo

El piloto repasó su carrera, habló de los grandes momentos y de lo difícil de estos días, en los que "busca trabajo" y le "cuesta encontrar una motivación para entrenar con todo”
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29 de diciembre de 2018 a las 05:03

Acompasando las tareas de campo con partidos de fútbol de la Liga Amateur Montevideo, Santiago Urrutia atraviesa el momento más crítico de su carrera deportiva.
Por eso hay un cambio de rumbo: correr en donde el presupuesto lo permita. Con 22 años, siente que llegó el momento de vivir del automovilismo y va en busca de ese objetivo con la meta puesta en 2020.

Expresó que desea que su familia deje de poner dinero y si hay algo que le encantaría poder concretar, y que va de la mano con transformarse en un piloto profesional, es que su padre pueda ir a sus carreras a disfrutar, a verlo correr sin tener que atender otros asuntos.

En 2017 se anunció que correría en la Indy, ¿por qué no se concretó?
Recuerdo que en setiembre de ese año lloré de la emoción cuando anuncié que me había sucedido algo increíble: un esponsor se había fijado en mí y tenía todo encaminado para entrar en la IndyCar al año siguiente. Incluso ya tenía todo acordado con el equipo. El sueño hecho realidad. Pero… aprendí muy bien la lección: hasta que no esté todo firmado, no hables, no digas nada. Era un proyecto a tres años, teníamos hasta el diseño del auto como ese esponsor quería. Solamente quedaba que transfirieran el dinero al equipo. Repentinamente, y cuando era el momento de cerrar todo, recibo un mensaje en el que me dicen que finalmente no habrá apoyo. El acuerdo se había logrado a través de una tercera persona. Nunca supe, sinceramente, por qué repentinamente el esponsor no acordó lo que se había hablado. Nunca supe si se metió alguien en el medio, o si hubo algún problema con esa tercera persona. No estuve en la negociación. Nunca supe qué pasó. Lo que sí sucedió es que fue un golpe muy duro. Hoy, desde un esponsor chiquitito hasta el más grande, hasta que no esté todo firmado, no digo nada. Porque además de esa decepción, he tenido otras donde uno chico o grande me promete y después queda en la nada. 

Fue un manotón de ahogado volver a IndyLights y con Belardi…
Totalmente. El presupuesto apenas daba para eso. Igual, estaba ilusionado porque el cierre de 2017 no había sido malo. Pero la realidad me golpeó otra vez muy duro. Fue técnicamente lamentable. Había solo siete autos y muchas veces no podía estar ni siquiera entre los cinco primeros…

¿Te equivocaste en algo y eso pudo cambiar el transcurso de tu vida deportiva?
Errores dentro de una pista que me costó algún campeonato, tal vez sí. Pero es algo que lo considero lógico como lo sucedido en 2016, en la IndyLights, por mi falta de experiencia. Sin embargo, en 2015 llegué a Estados Unidos y me encontré con un equipo como Pelfrey que no era de los mejores pero necesitaban un piloto bueno y tenían muchas ganas de ganar. Incluso habían incorporado un ingeniero nuevo, muy bueno. Salió todo bien. Gané carreras, nunca abandoné, incluso en mi primer óvalo salimos campeones. Al año siguiente (2016) hice lo mismo. Pero era un auto de 500 caballos y yo tenía 18 años. Recuerdo ese año algunos errores de mi parte pero eso te lo digo con el diario del lunes… Los considero errores de rookie. Fuera de esto, no considero haberme equivocado en algo que atentara contra mi futuro deportivo.

Tuviste un final de campeonato que difícilmente olvidará, ¿verdad?
Así y todo, con errores típicos de un rookie, sigo sintiendo que me robaron el campeonato por esa incidencia en la que Félix Serralles, por amor al arte nada más, levantó y le regaló el título a Ed Jones. Nadie sabe dónde está hoy Serralles. Eso es lo increíble de su decisión. Me costó mucho asimilar ese hecho, en especial, porque quien lo hizo, lo hizo por nada. Fue el golpe emocional más duro de mi carrera deportiva.

Si ganabas ese título y la beca, ¿cambiabas tu futuro deportivo?
No lo sé. Nunca lo voy a saber. La beca me generaba cuatro carreras en la IndyCar, entre ellas, las 500 Millas de Indianápolis y con el apoyo de mis espónsores seguramente podía hacer seis carreras. Pero… ¿y si no conseguía un buen equipo; si no me adaptaba al auto; si no tenía buenos resultados? Creo que hubiera sido el fin de mi carrera deportiva. Es decir, si eso sucedía en 2017, seguramente el fracaso me llevaría a no poder conseguir presupuesto en 2018 y allí sería el fin. Por supuesto que uno se tiene mucha confianza. Pero el fracaso también hay que considerarlo. O sea si no me iba bien, hoy estaría en una peor situación. Conclusión: nunca sabré si eso pudo haber sido el cambio grande en mi carrera deportiva.

¿Duele ver cuando otros pilotos llegan a las principales categorías, incluso con menos talento?
Hace poco se publicó una nota en la que nueve pilotos que en algún momento corrieron conmigo, estarán en 2019 en la Fórmula Uno. Y si miro a la IndyCar de Estados Unidos, sucede lo mismo. Entonces me pregunto, ¿por qué a mí no me tocó estar en la Fórmula Uno o en la IndyCar si no hice nada distinto a lo que hicieron ellos? Gané carreras, gané campeonatos, hice vueltas rápidas, hice poles, me destaqué tanto como ellos. Tal vez mi único año malo fue en 2014 en la GP3, pero fue un año incógnita, fue un año raro. Es un año que no me cierra mucho. Venía de ganar en la Fórmula 3 Europea y después de la GP3, voy a Estados Unidos –todo nuevo para mí–, gano carreras y salgo campeón. Ese 2014 fue un año extraño, no sé bien qué fue lo que sucedió. La gran pregunta que hoy me hago entonces es, ¿por qué a mí no me tocó? Me lo cuestiono mucho en estos días difíciles de futuro muy incierto. Lo reconozco, es una gran molestia, un gran dolor. Sé que tengo el potencial para estar, por ejemplo, en la IndyCar. Pero nunca tuve la oportunidad, ningún dueño de equipo dijo: ‘Vamos Santi, te damos tres carreras y vemos cómo nos va’. Es lo que me falta hoy en día y eso me tiene desilusionado. Me desilusiona el deporte porque manda la parte económica. Eso hace la diferencia.

¿Tu carrera deportiva está a punto de parar?
Lo pienso todos los años. Cada vez que tengo que salir a buscar presupuesto, la idea está en mi cabeza. Nunca me alcanzó la plata para correr tranquilo. Nunca. Ni siquiera me sobró algún dólar como para ir a una carrera en primera clase y llegar bien a la competencia. Nunca. Llegué hasta donde llegué orgulloso por eso y agradecido por toda la gente que me apoyó. Pero a la vez, siento ese dolor que te comentaba recién.

Desde ese punto de vista, ¿puede ser este el momento más complejo de tu carrera deportiva?
Es el más crítico, sin dudas. Dejando de lado lo económico, es un momento deportivo complejo. Hice tres años de IndyLights y entonces lo veo como una etapa superada porque no tengo presupuesto para ir a un buen equipo y pelear por el campeonato. A la vez, ir a la IndyCar es más difícil porque se necesita más presupuesto. Además, si bien valoro muy especialmente el apoyo de los espónsores públicos y privados, hay algunos que van a recortar el presupuesto. Entonces, si no tengo presupuesto para ir a luchar por el título de la IndyLights, mucho menos para la IndyCar. Cambié mi cabeza. Estoy orientando mis pasos hacia otras categorías de acuerdo al presupuesto disponible. Apunto a los autos con techo de tracción delantera enfocado a Europa. Puede ser el Mundial de Turismo, también puede ser el TCR que es el Europeo de Turismo o incluso la Copa Lamborghini. Exploré también la Fórmula Eléctrica donde “Pechito” López me dio una mano, pero es más complejo por venir del automovilismo estadounidense.

¿Llegó el momento de auto-sustentarse?
Absolutamente. Ya estoy cansado de que mi padre tenga que poner dinero; de no saber dónde voy a vivir. Iré a correr donde el dinero me permita y con ello vivir de mis propios recursos. Tengo la expectativa, por ejemplo, de que me vaya muy bien en el Mundial de Turismo y que luego una fábrica me contrate y ser profesional. Allí está el caso de “Pechito” López que en su momento se volvió a la Argentina. Hizo una carrera fenomenal en termas de Río Hondo cuando compitió en Argentina el Mundial de Turismo y después salió tres veces Campeón Mundial con una marca que lo contrató y hoy compite al máximo nivel con una fábrica. Si en el 2020 logro eso, que una fábrica se fije en mí y me contrate, será tremendo logro personal, pero también para Uruguay.

Y en el aspecto físico, ¿esa falta de motivación también influye negativamente?
No tengo un plan deportivo en este momento. Entonces me cuesta encontrar una motivación para entrenar con todo. Hay días que estoy muy amargado. Es verdad, algunas veces falto al gimnasio. 

¿Puede decirse que hoy día estás buscando trabajo?
Sí, es así. Armé una carpeta, una presentación. Como cualquier otro uruguayo que va a buscar trabajo. Mando mail a todos lados, a todos los equipos en los que creo que puedo competir ya sea en el Mundial o en el Europeo de Turismo.

¿Sentiste en algún momento las ganas de dejar todo y trabajar en el campo de tu familia?
Sí, lo siento muchas veces. Pero me acostumbré tanto a lucharla que al final sigo para adelante. Por eso, ya con 22 años, tengo que pensar seriamente en cómo vivir y por eso estoy cambiando los objetivos, para poder vivir del automovilismo. Es lo que quiero.

“Mi balance es positivo”
Pasaron 16 años detrás de un volante, ¿cuál es el balance?
Mi balance es positivo. La primera reflexión es que nunca imaginé que iba a llegar hasta donde llegué por estos día. Pero a la vez, es una sensación extraña porque también, nunca imaginé que el automovilismo me iba a castigar como me castigó… ¡Es una sensación muy rara! 
Si todo se endereza y cumplís ese objetivo de vivir del automovilismo, ¿cómo te ves dentro de 15 o 20 años?
Es algo que increíblemente lo tengo bien claro pese a que en este momento no sé qué será de mi vida deportiva. Pero me veo en Estados Unidos o en Europa con una familia pero vinculado al automovilismo. Tal vez con mi propio equipo y con él, poder recibir a chicos uruguayos provenientes del karting y poder ayudarlos a abrirse camino. Y si no tengo un equipo, al menos recibirlos en mi casa y orientarlos, ayudarlos, abrirle puertas para que puedan progresar más rápido.
“Es muy difícil enfocarse”
Todos dicen, ¿por qué Urrutia no va a correr a Argentina?
Es verdad. Tengo muy buen vínculo con Toyota Gazoo Racing Argentina. Tengo las puertas abiertas para correr con ellos en STC2000 en 2019 pero tengo que pagar. No voy como piloto oficial. Sinceramente, respeto mucho esa categoría y mucho más al automovilismo argentino. Pero volver a la Argentina pagando para correr, lo considero un paso atrás. Lo haría si mañana me ofrecen ser piloto oficial. Es más, ni lo pienso, voy enseguida. Pero para eso, por ahora, no hay chance. 
¿Cómo seguís enfocado en el automovilismo con tanto tiempo sin correr?
Es muy difícil. Hay días que me levanto muy motivado y otros que me levanto triste. Es difícil mantenerme 100% enfocado, positivo. Hay veces que salgo enchufado con un plan con respecto a buscar apoyo y si se me cae –como generalmente sucede– vuelvo a casa muy triste.  

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