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Zíngaros, el conjunto campeón de Parodistas, y el “doble homenaje” a Pinocho Sosa: “Es un sueño hecho realidad”
Cada tanto miran al cielo, extienden el brazo y señalan a las estrellas. Como un puente momentáneo entre el cielo y la tierra. Acaban de quedarse con el primer puesto de su categoría en el Concurso Oficial de Carnaval y poco antes del amanecer en el local de ensayo de Zíngaros se escucha un canto: ¡Pinocho! ¡Pinocho! ¡Pinocho!
“Es tremendo esto, solamente pasa en Carnaval. Con este conjunto maravilloso en un año tan especial haciendo la vida de este máximo exponente, la figura de este conjunto, el papá de Gastón, el esposo de Noelia, el abuelo de Federica. Son muchas cosas que te van llenando el alma. Ya era un carnaval hermoso, y redondearlo con este primer premio realmente es la frutillita de la torta”, dice Gastón “Rusito” González antes de que alguien lo bese en la mejilla y le pida una foto.
Camina entre la gente como tambaleando entre el cariño. Entre abrazos, palmadas en la espalda, agradecimientos y fotos. Y más fotos. Accede a todas con una sonrisa que desde hace algunos minutos parece permanente. “Estoy feliz de la vida”, dice.
Todavía no lo sabe, pero poco después el jurado del Concurso Oficial de Carnaval también lo consagraría como la Figura Máxima gracias a su interpretación de Ariel “Pinocho” Sosa, fundador del conjunto de los gitanos y una de las figuras más convocantes del Carnaval hasta su muerte en setiembre de 2021.
“Fue un año en el que empezó la emoción desde temprano. Arrancamos en mayo a armar el espectáculo cuando le planteo a Gastón hacer la parodia de su papá, y que me diga ‘hacemos la parodia de mi viejo’ fue tremenda emoción y responsabilidad. Cuando en el Teatro de Verano y en los tablados la hinchada y pila de gente, que capaz que no conocía a Pinocho o tenía otro tipo de opiniones, lo recibió de una manera magnífica y con emoción dije 'lo logramos'. Fue magnífico. Y consagrarnos con este primer premio termina siendo un año que va a quedar en mi para siempre”.
Zíngaros recuperó un primer premio que había logrado por última vez en 2022, y se suma a los diez primeros puestos que ya tenía en la historia del conjunto de parodismo.
¡Y ya lo ve, y la lo ve. Somos campeones otra vez!
González esperó hasta el último momento para festejar, aunque los números de la Liguilla de Carnaval iban sumando a su favor, por “respeto a los colegas“ y porque "el carnavalero siente lo que es estar del otro lado" los gritos, los aplausos y las lágrimas llegaron después de la confirmación oficial. “Le quiero mandar una abrazo gigante a Caballeros, a Los Muchachos y a Momosapiens con tremendo año y especialmente se lo quiero dedicar a una gran amiga, a Florencia de Momosapiens y a su mamá Norita”, dice juntando las manos y recordando por un momento una de las tragedias de este Carnaval.
“Es un sueño hecho realidad”, dice Gastón Sosa, con una voz calma que contrasta con esa explosión de euforia del momento de la victoria. Del grito desgarrado de ¡vamo’ Zingaros! y la emoción de la tarea cumplida. “Ese primer momento fue una felicidad, fue una locura. Un año súper especial, queríamos ganar por mi padre porque creíamos que el espectáculo estaba bueno y fue apasionante. Lo ganamos a lo Zíngaros”.
Zíngaros recuperó un primer premio que había logrado por última vez en 2022. Uno que se suma a las 10 copas que ya tenía en la historia del conjunto.
“Fue un proceso lindo y duro a la vez hacer la historia de mi padre. Siempre me costó mucho en los ensayos, me emocionaba mucho, después me tocó participar en la parodia que también fue lindo pero fue duro. Ahora con el primer premio ya en casa es todo felicidad. El conjunto estuvo a la altura del concurso y de la historia del conjunto que eso es lo más importante”.
Sosa subió por primera vez al escenario del Teatro de Verano este año para una conversación con su padre, la interpretación de González de su padre.
Zíngaros se consagró ganador con 1.207 puntos, 14 más que Los Muchachos, pero la mayor diferencia la sacó en la Liguilla del Concurso. “La Liguilla fue una noche de esas que salen todas: el conjunto fue arrasador desde que empezó hasta que terminó, entraron todas las mechas, hubo una mística extraña en el Teatro de Verano. Creo que esa imagen del Ruso haciendo de mi padre subiendo a la luna genera algo. Creo que al carnavalero le llegó mucho y el espectáculo logró conquistar a mucha gente”.
Algo más alejada del tumulto y la música, Carolina Favier tiene en sus brazos a su hija Federica, nieta de Pinocho e hija de Gastón, que entrecierra los ojos mientras sus padres viven un momento emocionante del que posiblemente escuche hablar durante el resto de su vida. “Es alegría, obviamente, y es emoción; pero es desahogo también, por todo lo que laburamos todo el año y todo el proceso de la segunda parodia que para nosotros es muy fuerte. Es coronar de la mejor forma. Sabíamos que teníamos un buen espectáculo, nosotros lo disfrutamos desde el primer momento, pero siempre los rivales están bien y hasta último momento no se festeja nada, así que fue como un desahogo”.
Favier, que es una de las directoras artísticas y puestistas de Zíngaros, además de figura, se refiere también al recuerdo de Pinocho Sosa: “Es un doble homenaje, porque el homenaje más grande para él creo que es haber ganado porque era muy competitivo”.
“Desde el primer momento sabíamos que al elegir esta parodia no podíamos dudar. O era muy buena o iba a ser un desastre. Cuando la parodia empezó a salir a la calle y vimos que realmente emocionaba y le hacía sentir algo a la gente dijimos ‘el trabajo está hecho’. Esto lo cierra tremendamente”, agrega.
Los Zíngaros siguen agitando la onceava victoria del conjunto. Sobre el graderío Denis Elías canta y la hinchada agita banderas y fotos de Pinocho Sosa sobre sombreros rosados.
De vuelta la pasión revienta te abrazo y explota en pedazos. El alma de un viejo gitano que grita los zíngaros llegaron.
“Un aplauso para Panchito. ¡Más, más, más, más! Deben estar los dos abrazados como locos arriba”, arenga el cantante y el público responde: ¡Panchito! ¡Panchito! ¡Panchito!
Gastón Sosa sube a las tablas y llama al Rusito González para entregarle una remera negra. Cuando muestra la inscripción es más bien una invitación: “Rusito 2025”.
“Es una broma entre nosotros porque yo le digo que se tiene que quedar, él me dice que sí pero yo le digo que lo voy a comprometer delante de la gente. Acá estamos festejando y se lo hice. Ahora ya se comprometió”, comenta Sosa, a quien González calificó como “el mejor dueño que le tocó en Carnaval”.
“Quiero agradecer porque pasé el mejor Carnaval de mi vida, no solamente por hacer la vida del máximo exponente que tiene el Carnaval que es el señor Ariel “Pinocho” Sosa con su familia, sino porque hay algo que no se paga: que a tu familia la traten como suya, en este conjunto por primera vez en mi vida pude compartir tablados con mis dos hijas y con mi esposa. Eso es impagable. Zíngaros es una familia con todas las letras. ¡Somos los campeones! ¡La 11 está en casa! ¡Y vamos por la 12 en el 2025!”.
El canto de los gitanos se pierde en la noche del Prado. Los Zíngaros son campeones otra vez.
