Esta es una brevísima reseña de argumentos de películas que, de tan frecuentados, ya se han convertido en un género. Faltan aquí, entre otras historias, las de extraterrestres malos que se hacen pasar por buenos, las de simples vecinos que de pronto se convierten en una máquina de abatir malandros, y las de escritores que siempre alquilan una casa embrujada. Si usted quiere, puede agregar sus propios ejemplos de esos argumentos cinematográficos que, según parece, se repetirán por siempre jamás.
Los padres del niño se van al cine y lo dejan al cuidado de una niñera. Cerca de la medianoche, la muchacha recibe un llamado telefónico de un psicópata que promete cortarla a pedacitos. A ella y al niño. La muchacha cierra con candado puertas y ventanas y, apenas terminada la tarea, el teléfono vuelve a sonar. Entonces, la niñera advierte con gran espanto que el loco la está llamando desde una extensión telefónica que está dentro de la casa. Entonces, llama al celular de los padres del pibe que, justo, se quedaron sin batería.
En una cabaña de un bosque, una fuerza maligna atrapa a jóvenes musculosos y muchachas con bikinis (también puede tratarse de adolescentes flacos y granudos) y los despelleja de a uno. La secreta esperanza de que el espíritu malvado también desuelle al director de la película, nunca se cumple.
Un policía y una detective investigan a un asesino serial que, con el rostro cubierto, suele mandarles videos jactándose de sus andanzas.El agente se enamora de la mujer. Al final no es revelado que ella es la verdadera asesina y que él es un gil de goma.
La película nos cuenta los preparativos y el desarrollo de una boda en la que todo sale mal. Al final, los protagonistas igual se casan y, a diferencia de los espectadores, son felices.
Un tipo inocente está a punto de ser ejecutado en la silla eléctrica. El gobernador mira en el reloj de pared cómo se acerca la hora. La hermana del reo viene en camino con las pruebas que lo absuelven. Si no llega a tiempo la película es mala; si llega es malísima
Un hombre es perseguido por un crimen que aparentemente no cometió. Durante toda toda la película uno cree que es inocente. Sobre el final, con el método berreta del flashback, nos enteramos que, al igual que el director de la película, el presunto inocente es el asesino
El sueño
Un hombre atraviesa una peripecia terrible pero, al final de la película, se nos informa que todo ha sido un sueño. El protagonista se despierta; los espectadores siguen dormidos.
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