Doce emprendedores desde los más diversos rincones del mundo (Ucrania, Grecia, Francia, Uzbekistán, India, Argentina, Uruguay, Myanmar, Filipinas, Israel, Tailandia y Bélgica), nos encontramos en Haifa (Israel) -en el marco del evento Start Haifa 2018- con una misma búsqueda: impactar positivamente en el mundo.
Start Haifa 2018 tuvo lugar entre el 2 y el 7 de diciembre. Para los emprendedores, esta especie de inmersión en el ecosistema israelí fue el premio por ganar la fase de su país del concurso Experiencia Startup Nation llevado adelante por las embajadas de Israel (en el caso de Uruguay junto a Socialab y la Agencia Nacional de Desarrollo).
¿Qué momento de la historia quieres definir? Con esa pregunta nos recibía la Universidad de Technion y con ella, Israel nos invitaba a ser sujetos de la historia. Contactar con este gran ecosistema de innovación y emprendedurismo fue un privilegio y una gran oportunidad para repensarnos como emprendimiento, a la luz de una Nación que deja muy claro que no existen imposibles, si de verdad estas comprometido a que las cosas sucedan.
Comparto algunos de los aprendizajes, que en lo personal considero imprescindibles para el desarrollo de una startup, un ecosistema y un país.
Las startups en Israel nacen con el foco puesto en el mercado internacional, no hay lugar para la pequeña escala. Para quienes emprendemos con impacto social y si realmente queremos generar cambios profundos, pensar en modelos que sean escalables, soluciones que traspasen fronteras, es un deber.
Para generar cambios sostenibles, todos somos necesarios. Israel ha construido un vínculo profundo entre Academia, Industria y Gobierno, para crear un ecosistema que no solo dialoga, sino que construye estratégicamente día a día, haciendo que las cosas sucedan.
La multiversidad y el multiculturalismo son integrados como un atributo definitorio para desarrollar equipos de alto impacto. La complementariedad potencia y esto se materializa en todo lo que hacen.
La educación e innovación son la clave para el desarrollo, por eso Israel lleva adelante un sistema donde desde los primeros años de vida la persona pueda potenciar sus talentos, así como desarrollar una actitud disruptiva e innovadora. Innovar está en el ADN.
Necesitamos pensar de manera distintiva y ser disruptivos en la manera de educar, las personas aprendemos con el corazón y las tres estrategias clave para enseñar hoy, están en jugar, compartir y conversar.
Encontrarse a la luz de esta inmensidad de innovaciones, tecnologías y lo que esto permite impactar en las personas, salvar vidas y hacer de este mundo un mejor lugar para vivir, es sin duda lo más inspirador de la experiencia Startup Nation 2018.
Retorno a Uruguay agradecida por esta oportunidad, empoderada, porque lo vivido me permitió contactar de primera mano con lo que los seres humanos somos capaces de construir y más que nunca comprometida a generar impacto.
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