Con la trilogía de discos integrada por Aquello (1981), Siempre son las cuatro (1982) y Mediocampo (1984) Jaime Roos no solo tuvo un incremento en su popularidad, sino que también terminó de establecer un sonido propio, y de consolidar su identidad artística. Parte de esa identidad, y una razón clave de su popularidad, fue su trabajo con la murga y el candombe, dos géneros que supo tomar, fusionar y resignificar, al punto que los integró definitivamente en el sonido tradicional uruguayo, y los sacó de sus círculos más cotidianos para llevarlos a toda la sociedad.
Sobre ese tema y sobre ese período de su carrera se enfoca este segundo episodio del podcast Jaime: historia de un pionero, que repasa la primera parte de uno de los períodos más prolíficos de su carrera, uno que terminó de cimentar las bases de la popularidad masiva que vendría después, con Brindis por Pierrot y sus giras nacionales. Sus idas y vueltas entre Uruguay y Europa (tanto por decisión propia como del gobierno dictatorial), el detrás de escena de algunas de las canciones que integran esos discos, y el trabajo con una de sus bandas más memorables, Repique, están presentes en este capítulo.
También se repasa su vínculo con la imagen y el audiovisual, y como también fue pionero en la escena local en el trabajo con esos dos aspectos.
Los siguientes episodios del podcast se publicarán de forma diaria entre este miércoles 15 y el viernes 17 de noviembre, el día en el que Roos volverá a los escenarios con el espectáculo Mediosiglo, en el Estadio Centenario.
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá