En un partido de infarto, España dejó escapar la victoria ante Brasil

Los goles de La Roja los marcaron Rodri en dos oportunidades y ambos de penal, siendo los dos muy polémicos e incluso el primer inexistente, y una genialidad de Dani Olmo. Por su parte, Rodrygo, Endrick y Paquetá, también desde los doce pasos, hicieron lo propio para la visita.

El partido comenzó con España manejando los hilos del encuentro y la posesión, además de ejercer una rápida presión post pérdida e intentando lastimar constantemente con diagonales de los mediocampistas entre los laterales y los centrales de Brasil. La Roja inició muy metido en el encuentro, muy sólido en defensa y ordenado, ante el elenco sudamericano que le costó un poco asentarse en la cancha.

El equipo de Luis de la Fuente tomó la iniciativa y asumió el protagonismo controlando la pelota y con varias aproximaciones, pese a no tener chances concretas de gol. La Verdeamarela se mostró muy compactada en defensa, pero los duelo mano a mano de Lamine y Nico Williams complicaron al elenco sudamericano.

Tal es así que el futbolista del Barcelona generó un penal, que en teoría no fue porque no hubo contacto en absoluto, pero el árbitro lo sancionó y Rodri lo cambió por gol para adelantar a España en el marcador. Un tanto que reflejó el desarrollo del encuentro en ese entonces, ya que Brasil no había tenido ni contacto con el balón.

España se hizo dueño absoluto del juego tras el gol, ya que lastimó aún más porque Brasil adelantó sus líneas en busca del empate y se generaron más huecos en el centro del campo que aprovecharon tanto Dani Olmo como Fabián Ruiz. Sin embargo, el equipo de Luis de la Fuente se mostró muy concentrada y segura con la pelota en los pies, impidiendo que el equipo sudamericano imponga condiciones.

La gran virtud de La Roja es la facilidad y lo agresivo que es en el contraataque, además de tener jugadores muy veloces por las bandas y mediocampistas que acompañan todas las acciones ofensivas. Brasil tuvo escazas ideas para generar juego, muy desordenado y muy desconectado los volantes de creación con Vinicius, Rodrygo y Raphinha, los tres delanteros.

Con el correr de los minutos, la dinámica e intensidad del juego bajó un cambio pero España era el dueño de la posesión. Generó muchas más ocasiones, tuvo más llegadas y se mantuvo muy bien en defensa ya que no sufrió. Una gran labor de los cuatro defensores y también de Rodri, que manejó todo el centro del campo y cortó las vías de circulación de Brasil en esa zona.

Se lo notó muy impreciso a Brasil en las asociaciones cortas para construir jugadas. España, por su parte, empleó un juego más simple y efectivo que le permitió generar la diferencia en ese aspecto y ser más determinante. La Verdeamarela tuvo muchos problemas para cubrir los espacios y para tomar marca en sus transiciones ofensivas, lo que provocó más libertad para el conjunto de Luis de la Fuente.

La superioridad fue tan evidente que produjo el segundo gol de España, de la mano de Dani Olmo: el español recibió por parte de Lamine dentro del área, tiró un caño y un excelente recorte para definir ante el arquero y sellar un golazo y el 2-0 de La Roja ante Brasil.

Sin embargo, momentos más tarde surgió un imprevisto muy grande: el arquero Unai Simón quiso salir jugando y le regaló la pelota a Rodrygo, que le leyó la mente al español e interceptó el pase. Ante la deseperación, el guardameta salió a achicar y el jugador del Real Madrid definió por arriba de él y puso el descuento para Brasil.

España fue mucho más que Brasil en la primera mitad. Controló y domino todas las facetas del juego, manejando la posesión, construyendo jugadas y estando muy firme en defensa, impidiendo que la Verdeamarela imponga su juego. Un error de Unai Simón metió en partido al elenco sudamericano, pero el resultado no reflejó del todo lo que sucedió en el partido en ese entonces.

En la segunda mitad la postura de Brasil se modificó y mejoró su rendimiento, por lo menos en las transiciones ofensivas. Tal es así que Endrick, el futbolista del Real Madrid capturó un rebote tras un tiro de esquina y, en total soledad, estamó el 2-2 ante España en su futura casa.

Brasil empezó a encontrar más espacios, España poco a poco fue perdiendo el peso defensivo que sostuvo en la primera mitad y el desarrollo del juego se equilibró. La Verdeamarela ejerció una presión más alta y a ajustar las marcas para impedir que el juego de La Roja fluya. El empate de Endrick significó un golpe anímico para el equipo de Luis de la Fuente.

Los ajustes defensivos de Brasil impidieron que España gravite más en la ofensiva y provocó que se reduzcan esas intenciones de atacar más, ya que el libreto del equipo sudamericano se modificó en la segunda parte ya que empleó un juego más directo. Sin embargo, el mediocampo de la visita siguió siendo el punto más flojo.

La gran carta ganadora de España fue Lamine Yamal, que jugó un magnífico partido y se hizo cargo de todas las acciones ofensivas de su equipo, además de ser impredesible en cada uno de los mano a mano que protagonizó. Un rendimiento deslumbrante y de alto vuelo para un chico de tan solo 16 años.

Con el correr de los minutos, España volvió a asentarse en el partido y comenzó a controlar nuevamente la posesión, aunque sin traducir ese dominio en ocasiones concretas de gol. Pero, por lo menos, la pelota la manejaba el conjunto de Luis de la Fuente. Los defensas centrales volvieron a estar firme en la marca y Brasil volvió a perder peso ofensivo.

La gran problemática del elenco sudamericano es que, ante el flojo rendimiento del mediocampo y del poco peso de los volantes ofensivos en el encuentro, provocó que sea Rodrygo quién tenga que retroceder unos metros para construir una transición ofensiva con criterio. La presión alta que ejerció España produjo que Brasil juegue largo, faceta en la que perdió en todas las ocasiones.

Dió la sensación de que Brasil, con el paso del tiempo, se conformaba con el empate. Y es que la realidad es que no hizo méritos suficientes ni creó chances de peligro como para ganar el encuentro. España fue muy superior y el cotejo se jugó de la manera que quiso el cuadro local, que tomó la iniciativa desde un primer momento y expuso las falencias defensivas del equipo dirigido por Dorival Júnior.

La superiordad otra vez fue evidente y dió sus frutos, aunque nuevamente con polémica: Dani Carvajal punteó un balón largo y Lucas Beraldo se impuso en su camino y lo choca, lo que el árbitro interpretó como penal. Por ende, Rodri se hizo cargo nuevamente, no falló y puso el 3-2 sobre el cierre.

Sin embargo, en la última jugada del encuentro Dani Carvajal cometió un insólito penal tras un centro y Lucas Paquetá se hizo cargo. El jugador del West Ham no falló y estamó el 3-3 definitivo en lo que fue un partidazo y mucho premio para Brasil con respecto a su actuación.

España no logró quedarse con la victoria luego de una gran actuación colectiva, que tuvo sus baches, pero que fue superior en todas las facetas de juego ante una potencia como Brasil. Marcó en dos oportunidades de penal, siendo ambos muy polémicos e incluso el primer inexistente, pero eso no opaca el gran rendimiento del equipo de Luis de la Fuente que tomó la inciativa desde el primer momento.

De esta manera, el conjunto de Luis de la Fuente concluye la última fecha FIFA previa a la Eurocopa que se disputará en Alemania, con buenas sensaciones encontradas, sobre todo, en este enfrentamiento aunque restó el triunfo. La presentación ante Colombia fue mala y derivó en la derrota, pero este empate ante Brasil, por el rendimento del equipo, dejó algo de tranquilidad.