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Nuez Pecán: la reina de las frutas secas despega en Uruguay

Aumenta el número de productores de nuez pecán, el área crece y progresa el agregado de valor
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06 de julio de 2019 a las 11:10

Son unos 50 los productores locales de la “reina de los frutos secos”, la nuez pecán. El área nacional con plantaciones de este fruto –de creciente demanda dados sus valores nutricionales– ascendió a 550 hectáreas y hay 200 hectáreas más en vías de ser instaladas, estimado eso con base en la demanda por nuevas plantas. Este impulso motivó la creación hace dos años de la Asociación de Productores de Pecán del Uruguay (APPU), que agrupa a 40 de esos productores.

Juan Enright es el primer presidente de esa agremiación que nuclea a productores de diverso tamaño, con explotaciones de gran porte –Agroland en Rocha, la de la familia Henderson en San José o la que activa un grupo inversor en El Espinillar, en Salto–, con áreas de 100 a 150 hectáreas en esos casos, de tamaño medio como la de Enright con 15 hectáreas en el límite de Canelones con Maldonado y de tamaño menor, con promedio de cuatro hectáreas, que son la mayoría de los 40.

Los objetivos de la APPU son promover el desarrollo en todos los eslabones de la cadena de valor, avanzar en la instauración de mejores estándares de producción incorporando tecnologías que se utilizan en países líderes e incrementar la difusión, de modo que la demanda crezca y se progrese en la comercialización en el mercado interno, pero también buscando desarrollar el externo.

 

 

La nuez pecán es un fruto oriundo de las costas del río Mississippi, en Estados Unidos. Su introducción en Uruguay se concretó en la década de 1960, con el productor y empresario Robin Henderson como pionero y líder en desarrollar manejos en toda la cadena, desde el campo hasta la góndola de Tienda Inglesa.

Otro pionero fue el vivero La Ardillita –en camino Regulo, en Montevideo–, proveyendo de genética a quienes fueron incursionando en este rubro de la granja.

Enright, tras mencionar que la mayor parte de las plantas son de producción local, con una cantidad importante que se trae desde Argentina, explicó que Uruguay posee un clima que hace que todo su territorio, como en las zonas templadas de Argentina y del sur de Brasil y en Sudáfrica, se pueda producir nuez pecán en forma eficiente, como en el hemisferio norte, que es donde se concentra la demanda de este alimento (en especial en Estados Unidos).

El manejo productivo consiste en un laboreo de la tierra donde se instalará el monte y, si bien hay diferentes enfoques productivos, una de las modalidades más usadas es instalar plantas en hileras separadas por 12 metros, con esa misma distancia entre planta y planta en la misma hilera. Es fundamental, puntualizó, disponer de buenas condiciones para regar.

Instalado el monte y con los manejos adecuados –no son muy exigentes, pero sí hay que cuidar la plantación–, a los siete años comienza la producción, que se afirma a los 10 años y se sostiene por décadas, incluso hay datos de árboles que siguen dando buenos frutos con hasta tres siglos de plantados. Por eso se dice que esta actividad brinda una “renta perpetua”.

En los emprendimientos activos hay casos en los que la nuez pecán es el rubro principal y la inversión es elevada, con procesos tecnológicos de vanguardia, pero también casos en los que se trata de un rubro complementario.

Los montes creados son un buen ámbito para el silvopastoreo, sobre todo incorporando en los mismos al ovino.

 

 

Los volúmenes productivos son variados. Inciden factores tales como la capacidad de la planta para producir en forma precoz, el manejo (la densidad, por ejemplo, incide mucho), pero lo normal es obtener a los 10 años 10 kilos por árbol, pero con el paso de los años se llega a 40 kilos o más por zafra.

Uno de los desafíos, mencionó, es bajar la natural alternancia de años en los que los árboles producen más que en otros. Otro es extender vida útil e inocuidad de las nueces cosechadas.

El fruto se recoge en forma mecanizada o manual, con base en hacer vibrar al árbol, entre abril y junio, existiendo como en otros rubros de la fruticultura variedades más tempranas y más tardías.

En junio la nuez pecán fue incluida por primera vez en la Canasta Inteligente, siendo uno de los nueve rubros de estación recomendados a la población por sus valores nutricionales y oferta abundante y de buena calidad. Para los productores, educar al consumidor es clave.

Este fruto cuando se lo recoge tiene cierto nivel de humedad que hay que llevarlo lo más próximo al ideal, que es el 8% para el consumo y el 4% para exportarlo. Y tan relevante como el proceso de secado, que se puede hacer oreando el fruto o con secadores, es la conservación del mismo.

En estos años se ha hecho más frecuente ver nuez pecán (se la distingue fácilmente de la nuez común o de Castilla que es importada desde Chile) en ferias y grandes superficies, con cáscara o pelada, con precios muy variados, lo que depende de la calidad, dado que llegan al mercado frutos de árboles silvestres y a la vez de emprendimientos productivos que aplican tecnología de alto nivel.

Considerando el volumen que se produce, más el potencial por plantas jóvenes que irán brindando una cosecha mayor y el área en crecimiento, Uruguay dispondrá de partidas anuales cada vez más elevadas. Por eso el foco está puesto en estimular el consumo interno y en exportar.

Para eso se han desarrollado y están programadas instancias de coordinación con la Dirección General de Servicios Agrícolas del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca para vehiculizar la documentación; con el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria y con la Facultad de Química para avanzar en aspectos tecnológicos; con la Intendencia de Canelones para explorar entre otras cosas la posibilidad de instalar una planta de acondicionamiento en el Polo Tecnológico de Pando o allí cerca; y con Uruguay XXI para considerar exigencias de mercados importadores en lo fitosanitario y arancelario.

 

 

 

La mejor de la familia

Un estudio del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) reveló que la nuez pecán , dentro de la familia de frutos secos –entre otros la integran maní, almendras, avellanas y pistachos–, es la de mejor aporte de antioxidantes. Un estudio del químico y agrónomo Facundo Ibáñez, del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), estableció que la pecán es una de las nueces con mayor contenido de aceite (hasta 76%), similar al valor del olivo. De cada 100 gramos de nuez pecán el 70% es aceite, con alto nivel de ácidos grasos monoinsaturados (42,2%) y oleicos (67%), más destacadas propiedades nutracéuticas. Se elogia su incidencia en menores enfermedades cardiovasculares, prevención de oxidación celular, reducción de trombosis, disminución del proceso de inflamación en arterioesclerosis, actividad antiproliferativa en cáncer de próstata, propiedades antibacterianas e inducción de apoptosis en cáncer de colon.

 

 

Valor agregado
Juan Enright, entre otras actividades, es productor de nuez pecán y está al frente de la empresa Britannia ([email protected]) que, con ese nombre como marca, junto a sus dos socios añade valor al fruto cosechado y va más allá de lo habitual que es comercializarlo con cáscara o pelado. En instalaciones de la fundación de Integración Socio Educativa (FISE) –fise.com.uy–, dirigida por Lita Abal, se elaboran snacks nutricionales con nuez pecán como ingrediente clave. Hay seis productos en dos presentaciones según el tamaño que se encuentran en más de 30 locales comerciales y desde julio en los locales de Disco y Devoto. FISE, con financiación del Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional, brinda cursos de capacitación en el área gastronómica teniendo como perfil de alumno a personas en condiciones de vulnerabilidad económica y social, de 25 a 55 años y con mayoría de mujeres, a quienes se les ayuda además en la inserción laboral. Por ejemplo, con base en el convenio entre FISE y Britannia la empresa se nutre de mano de obra que puede provenir de FISE.

 

 

La cifra

$ 1.300 por kilo puede llegar a costar la nuez pecán de óptima calidad, ya pelada, aunque también se puede encontrar a partir de $ 800 el kilo.

 

 

 

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