En una nota reciente en La diaria1, el sociólogo Gustavo Leal denunciaba la imprudencia de asumir los motivos de un delito sin contar con información concluyente. Su advertencia partía de la discusión pública que desató la agresión sufrida en Ciudad Vieja por una persona en situación de calle a quien el agresor prendió fuego. Muchos internautas inmediatamente atribuyeron la agresión a la aporofobia (el rechazo y miedo a los pobres) cuando no había evidencia alguna de ello. Como aclara el autor, la investigación terminó demostrando que el ataque no había tenido ese motivo, sino que la víctima tenía una deuda pendiente con el agresor.
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