Cuando tu perro empieza a rascarse las orejas más de lo habitual, es fácil pensar que simplemente tiene un picor pasajero, algo sin mayor importancia. No obstante, este comportamiento podría ser el indicio de un problema mayor que no debemos ignorar si realmente la salud de la mascota nos interesa.
Las orejas de nuestros perros son órganos sensibles y esenciales, por su función auditiva y también como termómetros de su bienestar general. Un rascado excesivo puede ser indicación de diversas afecciones, algunas de las cuales podrían tener consecuencias serias en los caninos si no se atienden a tiempo. ¡Cuida a tu mascota en todo momento!
Cuando tu perro se rasca las orejas con insistencia y muestra signos de incomodidad, es crucial identificar la raíz del problema para poder actuar de manera efectiva. Los ácaros son uno de los principales culpables de este malestar, alimentándose de los residuos epiteliales y la cera en los oídos, lo que lleva a picazón, enrojecimiento, e incluso inflamación. La presencia de estos parásitos a menudo se revela por un rastro característico de costra marrón y un comportamiento constante de sacudida de cabeza por parte del perro.
Además de los ácaros, las pulgas y garrapatas también contribuyen al problema, causando un rascado constante y una clara incomodidad. En casos más graves, esto puede escalar a infecciones de oído, como la otitis bacteriana, cuyos síntomas incluyen desde el rascado compulsivo y el enrojecimiento, hasta la pérdida de equilibrio y un olor desagradable procedente de las orejas afectadas. Estos síntomas no solo señalan la presencia de una infección, sino que también indican la urgencia de atención veterinaria para prevenir daños a largo plazo en la audición de tu perro y su calidad de vida.
Una de las condiciones más preocupantes y frecuentes que pueden afligir a las orejas de nuestros perros es la otitis. Esta inflamación del oído, que puede ser causada por bacterias, hongos o incluso la acumulación de humedad, lleva a síntomas como rascado compulsivo, enrojecimiento e hinchazón de las orejas, secreción maloliente, dolor al tacto, y en casos severos, pérdida del equilibrio. La otitis es extremadamente incómoda para el perro, además de que puede ser indicativa de un problema más grave o de cuidados inadecuados que requieren una revisión de las prácticas de higiene.
Combatir los parásitos y asegurar la salud auditiva de los perros es esencial para su bienestar general. Aquí te ofrecemos una guía clara y práctica para prevenir y tratar los problemas más comunes en las orejas de tu mascota:
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