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Gobierno ve salida de Petrobras como luz amarilla en las relaciones con Brasil
El anuncio de Petrobras de salirse del mercado uruguayo tomó por sorpresa a las autoridades del gobierno, pese a que desde hacía varias semanas venían recibiendo información acerca de las posibilidades de que esto ocurriera.
El tema fue planteado este lunes por el ministro de Industria, Energía y Minería, Guillermo Moncecchi, durante el Consejo de Ministros realizado en la Torre Ejecutiva. Según supo El Observador en base a fuentes ministeriales, Moncecchi dijo que la decisión obedecía a un cambio en la estrategia empresarial de Petrobras en Brasil y que formaba parte de una serie de decisiones políticas del gobierno de Jair Bolsonaro.
El ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro dijo el fin de semana a El Observador que obedecía “a la intención de Bolsonaro de privatizar a una de las estatales más grandes” y que “las estaciones de servicio en Uruguay son la propina” mientras que Moncecchi señaló en rueda de prensa que “había que ver” si alguien la quería comprar.
Sin embargo, fuentes de cancillería dijeron a El Observador que este tema se inició durante la administración del expresidente Michel Temer.
Pese a esto, el gobierno analiza la importancia de la salida de una empresa cuyo capital accionario pertenece 100% al estado brasileño como una “luz amarilla” que representa el “cambio de época” que se vive en el país norteño desde la llegada de Bolsonaro, dijeron a El Observador fuentes del gobierno.
Vázquez viajó a su asunción el 1° de enero pero es el único de los presidentes del Mercosur con el que no se ha reunido. En el Poder Ejecutivo aspiran a que el encuentro se concrete el 10 de julio cuando ambos mandatarios asistan a la Cumbre del Mercosur, que se realizará en Santa Fe (Argentina). Previamente, el 22 de mayo el canciller Rodolfo Nin Novoa viajará a Brasilia para mantener una reunión bilateral con su par Ernesto Araújo.
El director de Energía, Ruben García, dijo a El Observador que la salida de Petrobras no será “inmediata” y que el proceso puede extenderse por “varios meses”.
En la tarde del lunes, los directivos de Petrobras Uruguay le comunicaron oficialmente al gobierno su decisión de vender las 89 estaciones de servicio y salirse del negocio de la distribución de combustible y venta de gas por cañería. El encuentro se realizó en el MIEM y, además de García, por el gobierno participaron la directora de Hidrocarburos, Arianna Spinelli y abogados que trabajan para Presidencia de la República.
En el encuentro, la empresa aseguró que mantendrá la calidad de los servicios y expresó su molestia por la decisión del sindicato de MontevideoGas de instalar el control obrero pese a que había una decisión judicial que lo impedía. Más tarde emitió un comunicado en el que advirtió sobre la “creciente hostilidad” en su contra y aclaró que durante el proceso de venta cumplirá con las obligaciones asumidas con “colaboradores, clientes y proveedores”.
Pese a que las autoridades del gobierno expresaron su sorpresa por la decisión, Petrobras aseguró que venía advirtiendo acerca de la situación en distintas reuniones con los jerarcas. Esa versión es coincidente con lo que dijeron fuentes de la cancillería a El Observador. En marzo, la empresa había aprobado su “plan de resiliencia” para su cartera de activos y a fines de 2019 aprobará su plan de negocios para 2020-2024 que reduce las inversiones en refinación y distribución y centra los recursos en la exploración de petróleo.
En el comunicado, señaló que la operación de Conecta y MontevideoGas se mantiene “únicamente gracias a los continuos aportes de Petrobras” que en los últimos 15 años destinó US$ 112 millones y registró pérdidas por más de US$ 116 millones. “La situación es deficitaria, las condiciones del mercado del gas natural cambiaron dramáticamente desde mediados de la década del 2000 por la crisis energética argentina”.
“Petrobras está decidida a no seguir acumulando perjuicios, sosteniendo concesiones de servicio público que tienen la ecuación económico-financiera quebrada por problemas estructurales, ajenos a su gestión y posibilidad de control”, sentencia el texto, que va en una línea similar a lo que dijo el presidente de la empresa, Roberto Castello Branco. “La escala que tenemos en Uruguay no nos interesa”, dijo el viernes al periódico Estadão de San Pablo.
En la reunión, el gobierno y Petrobras también acordaron mantener los ámbitos de negociación que se encuentran en curso. Las autoridades se volverán a ver las caras en dos semanas para continuar negociando la recomposición de la ecuación económica-financiera de la concesión de la distribución de gas natural de Conecta, tal como lo estableció la Cámara Internacional de Comercio. Petrobras espera que la renegociación sea “rápida y efectiva”. En el caso de MontevideoGas, el arbitraje está en curso y su definición se espera para los próximos meses.
Tras fracasar en su intento de iniciar el control obrero, los trabajadores de MontevideoGas iniciarán este martes una huelga de hambre frente al Ministerio de Industria, una medida que es vista como exagerada en el gobierno. El sindicato emitió un comunicado en el que solicita al MIEM que establezca una mesa de negociación para establecer la salida de la brasileña. Uno de los objetivos de Uaoegas es que el gobierno absorba la empresa, aunque desde el Poder Ejecutivo dijeron a El Observador que no hay chances de que esto ocurra. El subsecretario de Economía, Pablo Ferreri, dijo luego del Consejo de Ministros que esto ni siquiera había sido analizado en la reunión del gabinete.
Petrobras en Uruguay
Petrobras está en Uruguay desde 2004 cuando se asoció con Ancap en la distribución de gas natural en el litoral del país a través de Conecta, de la cual controla el 55% del paquete accionario.
En 2006 amplió su operativa con la compra del 66% de las acciones de MontevideoGas y en 2011 compró el 34% restante del capital accionario de esa sociedad, que tiene la concesión del servicio para Montevideo hasta 2024.
Ingresó en el negocio de la distribución de combustibles y lubricantes en el año 2006.
