Daer encabezó el anuncio de un nuevo paro general
Agustín Álvarez Rey

Agustín Álvarez Rey

Columnista político de Radio Con Vos y Radio Nacional

Política > Reclamos

La CGT le puso fecha al paro, pero las internas siguen ¿peligra la medida de fuerza?

El juego del Gobierno con la homologación discrecional de paritarias y la puja por la conducción de la central obrera acrecientan las diferencias entre los popes sindicales.
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12 de abril de 2024 a las 16:13

El nuevo paro general de la CGT ya tiene fecha, será el 9 de mayo. La central obrera también saldrá a la calle: el 23 de abril con los estudiantes universitarios y el 1 de mayo por el día del trabajador. El mini plan de lucha está en marcha. 15 días de intensidad callejera que pondrá a los dirigentes sindicales al tope de la agenda. Sin embargo, ni la realidad ni el acuerdo para las medidas de acción directa logran morigerar la tensión interna que vive la central obrera.

El informe que marca el deterioro más grande de poder adquisitivo de los trabajadores registrados desde la salida de la convertibilidad hasta hoy no le dejó margen de acción a los gremios dialoguistas. Tan sólo una apacible discusión por la fecha en que se realizará el próximo paro general. Solo eso.

Los datos del relevamiento de salarios llegan hasta febrero. El estudio indica con claridad meridiana que, como consecuencia del impacto del ajuste económico y la licuación de los ingresos, los salarios formales registraron en febrero el cuarto mes consecutivo de retroceso frente a la inflación, acumulando una caída del 23,9% desde noviembre, y se acercan al mínimo histórico del final de la convertibilidad.

Si se toma solo la gestión Milei, la caída es 19,6%. Desde la CGT se encargaron de difundir los datos tras el anuncio del paro. “En tres meses de gobierno de Milei la reducción del salario del trabajador es del 19,6%. La misma que en 4 años de gobierno de Macri. La caída es  histórica. Supera los 3 meses del 2002 en donde cayó 8%”, explica uno de los secretarios generales que participó tanto de la reunión de Consejo Directivo como del encuentro con los funcionarios del Gobierno nacional en la Casa Rosada.

El informe difundido por la CGT tras convoca al paro general

Más allá de los datos y la coyuntura, la lógica sindical es un sola y perdura en el tiempo: golpear la mesa para después poder negociar. A esa lógica se aferra el sector más dialoguista de la CGT que obtuvo su pequeña victoria al anunciar un paro general con un mes de antelación. Los 30 días que separan el anuncio de la medida le dan margen al Gobierno para destrabar la situación. Claro, que es lógica implicaría el desembarco de lleno de La Libertad Avanza en los andariveles de la política tradicional. Por ahora, el Gobierno entiende que el conflicto con algunos sectores como los piqueteros o los dirigentes sindicales le suman. Está por verse si esa lógica cambia.

El Gobierno apuesta a la ruptura de la CGT

El ministro del Interior Guillermo Francos abrió una puerta en ese camino. Entre la chicana y la invitación al dialogo el funcionario dijo: "De acá hasta mayo tenemos mucho tiempo. Tenemos que analizar los motivos centrales por los que convocan a un paro. No veo mal que los trabajadores efectúen su reclamo. Otra cosa es un paro nacional, también tendrán que pensar si la convocatoria al paro va a tener el acatamiento que ellos buscan o va a ser como el anterior".

Las declaraciones de Francos no son casuales, tampoco el modo selectivo desde el que la secretaria de Trabajo homologa o pisa las paritarias. Por los menos eso entienden los gremios más beligerantes de la CGT. “Le dan vía libre a lo que firma Daer con Sanidad y le pisan la paritaria a los camioneros de Moyano. La cosa está clara, juegan a que nos fracturemos”, explica un experimentado dirigente sindical que vio en múltiples oportunidades a la central obrera dividirse.

La mano del Gobierno mece la cuna de la CGT. El ritmo lo pone Milei que, encuestas en mano, aviva el fuego de los conflictos sindicales.  Por eso la discusión dentro del Consejo Directivo de la CGT tuvo que ver con la fecha del paro. Los combativos querían que la medida de fuerza se lleve a cabo antes de fin de mes, los dialoguistas, que terminaron imponiendo su mirada, lo querían lo más lejos posible.

Dentro de ese contexto, la mirada también recae sobre el Congreso. Los tiempos de la posible media sanción de la ley bases, que según estima el oficialismo sería la última semana de abril, tendrá ya en el horizonte cercano la movilización del 1 de mayo. En tanto, el paro general podría darse en la misma semana que el Senado tenga que darle el ok definitivo a la norma que impulsa el oficialismo.

El tablero está armado y la partida de ajedrez entre el gobierno y la dirigencia sindical ya está en marcha. Solo hay que esperar para saber si la contienda termina con un jaque mate para alguno de los dos.  

 

 

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