La familia de Pablo Velázquez (39) presentará una denuncia penal para que la fiscalía investigue la eventual responsabilidad de la empresa Reyla en la muerte del marinero, que cayó en las aguas del puerto de Montevideo el domingo 19 de junio, cuyo cuerpo apareció este lunes, flotando. Pasaron 15 días desde que Velázquez resbaló tratando de subir a uno de los barcos, en la zona de los remolcadores del puerto.
Era la una de la mañana del domingo 19. "Cuando se va a subir resbala y cae. No había nadie (en la cercanía)", relató a El Observador el abogado de la familia, Juan Bordoli, luego de que la Prefectura le mostrase las imágenes que registraron la caída. Esos hechos ya están siendo investigados por el fiscal de Flagrancia Rodrigo Morosoli, pese a que la denuncia de la familia será presentada entre este martes y miércoles porque aún recolecta información y testimonios, adelantó el profesional.
Era el buque VB Gladiador, que estaba amarrado en el puerto sin actividad en ese momento, informó Reyla en un comunicado. "Ya estando fuera de su horario laboral (…) en una acción de apariencia completamente accidental, que no fue percibida por el sereno".
Morosoli tomó el caso luego de una denuncia que fue presentada el pasado 20 de junio en una seccional policial. La familia desconoce quién la hizo, pero sabe que varios compañeros hicieron ese trámite ante la policía y la Prefectura, por la ausencia de su compañero, que trabajaba en el puerto hace 21 años, y hace seis, para Reyla, informó a El Observador Mauro Rivero, dirigente del sector mercante del Sindicato Único Nacional de Trabajadores del Mar y Afines (Suntma). Sin embargo, de los recibos de sueldo surge que Velázquez trabajaba en la empresa desde octubre de 2020, supo El Observador.
Prefectura recabó testimonios en el puerto, hizo interrogatorios y el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social hizo una inspección en los buques y en la empresa, dijo Bordoli, quien aseguró que –según las imágenes del momento– "no se estaban cumpliendo las medidas para la entrada y salida de los buques". El abogado agregó que tampoco se contaban con elementos de seguridad tales como una escalera con red o el control sobre quién accede y se retira de los buques. "De haber existido, no se hubiera tardado seis días (en investigar)", apuntó.
Los hechos se dieron así: la falta de novedades de Velázquez era una incógnita que traía preocupación. El lunes 20 de junio, la hermana de Velázquez empezó a tratar de comunicarse con él, sin éxito. El martes, llamó a la empresa y no tuvo respuesta. Recorrió varios hospitales de Montevideo para saber si había trabajadores del puerto, que hayan ingresado. Nada. El miércoles siguiente se comunicó con el sindicato adonde su hermano era afiliado. Allí empezaron las averiguaciones y desde ambas partes empezaron a exigir a Reyla que revise las cámaras de videovigilancia.
Era jueves 23 cuando se empieza con esa tarea que fue minuciosa. El viernes 24, a última hora de la tarde la empresa dio con el momento en que la persona cae. Ese mismo día comenzó la búsqueda, que terminaría cuatro días después, sin éxito. Sobre la respuesta de la empresa, Bordoli dijo: "Ellos no tenían conocimiento de nada, (dijeron) que (Velázquez) se había retirado normalmente del trabajo y que lo habían llamado para que volviera a trabajar".
Abogado de la familia: "Entendemos que si se hubiera cumplido con esas medidas, el accidente de Pablo pudo haber sido evitado".
En un comunicado, Reyla indicó entonces que “Pablo cumplió con su jornal de trabajo el sábado 18, terminando su turno el domingo 19 a la hora 00:00 y retirándose de su lugar de trabajo con total normalidad. El domingo 19 por la tarde y el martes 21, el encargado de Operaciones Portuarias llamó al celular de Pablo para consultarle si podría realizar tareas en esos días, sin recibir respuesta, hecho que no generó sorpresa ni alarma, pues es habitual en el rubro entre los marinos eventuales”.
Bordoli explicó que "el objetivo de la familia es esclarecer qué pasó, si hubo medidas que no se tomaron y que pudieran evitar el accidente (...) El caso amerita la investigación de fiscalía. De los testimonios recogidos entendemos que no se hubieran cumplido las normas de la legislación vigente y entendemos que si se hubiera cumplido con esas medidas, el accidente de Pablo pudo haber sido evitado".
Suntma convocó a un paro general de actividades para este martes 5 de julio. El sindicato pide que se cumpla con la normativa de seguridad y con los descansos, indicó en un comunicado. Además solicita una reducción de la carga horaria (los trabajadores hacen 360 horas mensuales, pese a que el máximo es de 240, según el gremio). Pide también una póliza de vida para todos los tripulantes, sin distinciones de categorías.
Los trabajadores agremiados, de embarcaciones de Reyla, pararán desde la hora 19:00 de este lunes, por 24 horas. Los del resto de las embarcaciones lo harán este martes de 9:00 a 13:00.
Asimismo, la Coordinadora Marítima Portuaria se movilizará este miércoles de 9:00 a 13:00 horas, en reclamo de seguridad laboral "que contemple las necesidades mínimas indispensables para que ningún trabajador tenga que perder la vida en su lugar de trabajo", dice en otro comunicado. La coordinadora exige que "se tomen las medidas pertinentes" y se cumplan las normas nacionales e internacionales de seguridad portuaria.
"La vida de los trabajadores no puede estar librada a la negligencia de quienes tienen que ofrecer las garantías para que se cumplan con su tarea sin riesgos", contempla.
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