Los rostros del productor y del consumidor, durante estos días cuando estén frente a un cajón con lechugas en cualquier feria, puesto o góndola, serán muy distintos, expresando uno preocupación y otro satisfacción.
Una lechuga, de buena calidad, podía adquirirse este martes a $ 10. Al menos en el Mercado Agrícola de Montevideo, no se recuerda un precio tan bajo en estos últimos años. Y eso le viene bárbaro a quien busque ingredientes para una ensalada, pero al granjero le dan ganas de llorar.
Hay productores que están recibiendo apenas $ 50 por la plancha con 12 lechugas y con eso lejos están, muy lejos en realidad, de cubrir los costos productivos.
De todos modos, no les queda otra que cosechar y vender igual, para rescatar lo que se pueda.
Leonardo Domingo, quien produce y comercializa lechugas procedentes de predios de Punta Espinillo, Libertad y Sauce, explicó a El Observador que en junio hubo dificultades productivas, debido al mal estado del tiempo y, como suele suceder, “el precio subió y todo el mundo se puso a plantar lechuga a lo loco, el que plantaba 1.000 plantó 3.000, entonces eso ahora se está manifestando con una sobreproducción para lo que es la demanda, hay mucha lechuga por todos lados y el precio cayó”.
Añadió que en su casa ha recibido por lechuga de excelente calidad, procedente de invernáculo, $ 100 por la docena, pero admitió que otros han vendido por mucho menos, “para rescatar algo y no tirar la mercadería”.
Pablo Pacheco, técnico del área Desarrollo, Información y Promoción del Mercado Modelo, explicó a El Observador que la lechuga es un cultivo que no tiene problemas para desarrollarse en condiciones de frío normales, resiste bien las heladas y cuando son intensas se recupera rápidamente. “Es un cultivo súper rústico”, afirmó.
Dada esa capacidad y considerando que el estado del tiempo en las últimas semanas en líneas generales fue propicio para una buena producción en las quintas, la oferta de lechuga es muy importante.
Y la lechuga no es una isla, lo mismo sucede en el restro de los rubros de hortalizas de hoja, como acelga, espinaca, perejil, rabanito, remolacha, repollo, brócoli y coliflor, por ejemplo.
En general, dijo Pacheco, para todos esos rubros, “hay muy buenos niveles de oferta, en volumen y en calidad”, con precios accesibles, lo que se sostendrá al menos a corto plazo, salvo que exista un evento meteorológico adverso.
Otro factor que juega a favor de un abasto importante de lechuga al mercado es que el ciclo productivo es relativamente corto, en pocas semanas la lechuga está pronta para ser cosechada, más ahora cuando los días brindan mayor cantidad de horas con buena luminosidad.
Domingo informó que en el caso de los cultivos en espacios protegidos (invernáculos) la lechuga está pronta para irse al mercado en unos 50 días, lo que en verano se reduce incluso a 35 días en promedio.
“La lechuga es un rubro muy perecedero y, además, lo genera un sector productivo muy atomizado, conformado por muchos pequeños productores”, detalló Pacheco, por lo cual el impacto adverso en la granja cuando no hay precios adecuados al interés del productor es fuerte.
En el informe de precios de referencia para frutas y hortalizas que se elaboró al inicio de esta semana, el Observatorio Granjero (a cargo de técnicos del Mercado Modelo, la Dirección General de la Granja y de la Unidad Agroalimentaria Metropolitana), se estableció que el valor mínimo para la lechuga mantecosa fue $ 70 la docena con un máximo de $ 120. En el caso de la crespa, los extremos fueron $ 100 y $ 130. Las oscilaciones dependen del tamaño y la calidad.
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