Pese a que tanto el área sembrada como la producción de papa en Uruguay muestran indicadores a la baja (ver más adelante), la plaza estará constantemente bien abastecida todo el año, destacó a El Observador Nicolás Chiesa, director nacional de la Granja del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP).
El comentario fue expresado tras conocerse los resultados de la Encuesta de Papa que divulgó la Dirección de Estadísticas Agropecuarias (DIEA) del ministerio.
Chiesa recordó que, como ha sucedido en varios rubros de la canasta hortícola, cuando se visualiza un claro faltante de abastecimiento con base en el monitoreo que realizan el MGAP y la Unidad Agroalimentaria Metropolitano (UAM), lo que ambienta un ascenso en los precios al consumidor, el MGAP tiene a mano la herramienta de autorizar importaciones que cubran la demanda.
Eso sucedió, por ejemplo, hace pocas semanas, cuando el MGAP facilitó que un grupo de productores de zanahorias importen ese producto, cuando en la sequía se redujo notoriamente la cantidad y calidad de la producción en Uruguay.
Se trata de una medida con un doble propósito: que a la gente no le falten alimentos de alta relevancia y que pueda adquirirlos a precios menores a los que habría si no se activará la importación.
Puede suceder, llegado el caso y es algo que Chiesa señaló, que el motivo de la baja oferta local de un producto se exprese también en la región y no pueda importarse desde Argentina o Brasil, por ejemplo una sequía regional.
Eso aconteció recientemente con el tomate, que en algunos sitios llegó a estar cerca de $ 200 el kilo, porque la producción local mermó mucho y no había mercadería a costos razonables para importar desde los países vecinos.
Con relación a la papa, en los últimos ejercicios la producción local fue elevada, el mercado estuvo muy bien abastecido y el escenario fue de precios bajos para el consumidor, lo que a la vez significa una dificultad para el granjero, que en más de una oportunidad incluso logró un pago por su mercadería que no alcanzó a cubrir los costos.
La importación, en el caso de este año, puede ser un recurso que se utilice una vez que el stock de papa de otoño haya descendido a niveles muy bajos sin que haya comenzado a llegar al mercado la papa nueva, de la zafra de primavera-verano.
Chiesa también consideró en su análisis que estamos en un momento del año en el que los efectos adversos por la sequía han comenzado a ceder y la producción se incrementa, con bajas en los valores.
Es por eso que durante estos primeros días de junio se puede adquirir, por ejemplo, lechugas por $ 20 o cuatro atados de acelga o espinaca por $ 100.
Ciclo productivo primavera-verano 2022/2023
Ciclo productivo otoño 2023
Fuente: Oficina de Estadísticas Agropecuarias (DIEA) del MGAP
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