“Hay de todo, depende un poco de la zona”, respondió Carlos Dalmás cuando El Observador lo consultó sobre el estado de las sojas –el cultivo más extendido en el área agrícola nacional– cuando está concluyendo el primer mes del año y se están acumulando varios días con mucho calor, luego de un período (al inicio del año) en el que hubo abundantes lluvias, con registros muy superiores a lo que es habitual en el verano.
Dalmás, ingeniero agrónomo, productor y asesor de otros agricultores, explicó que en la zona donde más acciona, en Colonia, “la soja de primera estaba muy bien implantada y durante estos días, como había agua en el suelo, con estas temperaturas lo que ha hecho es desarrollarse muy bien”.
En el caso de las variedades de segunda, siempre en esa zona del territorio, hubo casos de siembras tardías dadas las adversidades climáticas que hubo entorno al inicio del año, “pero no fue tan problemático como al norte de Soriano, donde hubo mucha resiembra y siembras muy tardías, siembras de enero. Acá en general las sojas de segunda están bien implantadas, quizás en algunos casos hay un número bajo de plantas, pero como se lograron sembrar temprano en realidad van a compensar”.
En estos días con tanto calor, explicó, “en general los cultivos no están muy estresados, porque hay agua en el suelo, pero igual precisamos que llueva. Para mañana (martes) anuncian algo y ayer (domingo) en Colonia hubo algún chaparrón, en alguna zona cayeron 25 mm”.
Dalmás, tras puntualizar que las lluvias excesivas que hubo al inicio de enero complicaron la implantación de los cultivos de segunda y admitir que hay algunos casos en los que las sojas no están lindas, señaló que en líneas generales el estado de los cultivos es bueno.
En relación al cambio brusco en relación a lo que sucedió el año pasado, caracterizado por una intensa sequía que generó pérdidas de alto valor para los agricultores y todos los involucrados en la cadena sojera (y ni que hablar para la economía nacional), Dalmás afirmó que “siempre un exceso de agua es más positivo que una tremenda sequía”.
En otro orden, destacó el valor que tiene realizar un monitoreo constante de los cultivos, considerando que en años con lluvias por encima de lo habitual hay condiciones más favorables para la presencia de plagas y aparición de enfermedades.
Señaló que, además, cuando llueve mucho se dificulta el acceso a las chacras y eso complica las tareas, por lo tanto instó a realizar un manejo preventivo, “para atajar los posibles problemas”.
Otro aspecto de alta relevancia, destacó, es que se está viendo más la presencia de la maleza Amaranthus en cultivos de soja, en chacras donde no estaba, lo que tal vez no en esta campaña, pero sí a futuro puede ser una complicación muy severa, como está sucediendo en predios agrícolas en Argentina.
Tras exponer su preocupación por esta realidad, “hay que tener mucho cuidado para que todo eso se multiplique, porque de lo contrario el año próximo será un problema grave”, dijo el profesional.
En relación al estado de las chacras en las que hay maíces, “están muy bien, realmente, hay entusiasmo, hay mucha expectativa de poder obtener altos rendimientos”, un aspecto positivo que tiene su costado adverso, dado que el precio ha tendido a bajar porque los compradores visualizan que habrá una buena cosecha, que habrá una buena disponibilidad en el rubro y pasan precios menores que no conforman al productor.
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