Este texto fue publicado originalmente en el blog Not Only Salad
En el blog no podía faltar una BUENA receta de flan casero, de esos que nos recuerdan a la cocina de la abuela, suntuosos (y con un buen copete de dulce de leche 😋).
Con sólo teclear “flan casero” en el buscador, saltan millones de resultados. De coco, de leche condensada, de café, bla, bla, bla,. La vida debería ser lo suficientemente larga para probarlos todos, pero hoy empecemos por el clásico. El viejo y querido flan de vainilla.
La historia del flan se remonta a varios siglos antes de Cristo. Los huevos, además de nutritivos, se consideraban beneficiosos para problemas de hígado, riñones, y de fertilidad. Fueron los griegos (cuando no! 😆) los que hacían una crema mezclando huevos con leche y miel, y la cocinaban a fuego lento para que cuajara. A esta preparación le llamaron Tyropatinam.
Siglos después, en la edad media se popularizó el “flado”. En esa época, durante la Cuaresma estaba prohibido consumir carne, y sustituían la ingesta proteica haciendo flanes dulces y salados. Usaban frutas, queso, miel, pero también pescado y verduras.
Poco a poco la versión dulce del “flado” se instauró en Francia y España como un postre. Se servía invertido con una salsa de caramelo, así como lo conocemos hoy en día. En España pasó a llamarse “flan” y en Francia “crème renversée au caramel”. Esta delicia llegó a América tras la conquista española y los colonos que traían su tradición gastronómica.
El flan casero es un postre muy simple de hacer, que lleva ingredientes de lo más normales. La clave del éxito está en seguir ciertos pasos para que el flan se haga lentamente, y después tenga suficiente tiempo para enfriarse. Diría que la clave está en esos dos puntos, y recomiendo que siempre lo hagan de un día para el otro, o de la mañana temprano para la noche.
Pueden aromatizar esta receta de flan clásico con:
Naranja: poner en infusión la ralladura de una naranja con la leche caliente por 30 minutos.
Chocolate: derretir 100 gr de chocolate amargo o semi amargo y mezclar con la leche caliente. Entibiar antes de incorporar a los huevos.
Almendras: calentar 200 gr de almendras peladas con la leche hasta que esté a puntos de hervir; dejar reposar hasta que se enfríe, licuar hasta que se haga un puré y filtrar antes de incorporar a los huevos. La pulpa de almendras puede incorporarse a galletitas, tartas, etc.
Coco: agregar 200 gr de coco rallado a la preparación.
*Stephanie Rauhut es gastrónoma profesional y autora del blog "Not Only Salad". Estudió cocina en Uruguay, en Francia, y tras haber tenido durante varios años su empresa de pastelería, se dedica actualmente a la comunicación gastronómica y de viajes.
Me encanta servir el flan con su centro lleno de dulce de leche y nueces picadas por encima!
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