Fue a la hora del recreo en una escuela pública de Maldonado. Un niño de ocho años le tocó los genitales a otro compañero de su misma edad. La madre del pequeño “agredido” se indignó porque la institución no expulsó de inmediato al “agresor” e hizo la denuncia ante la Policía. La comisaria que tomó la acusación —especializada en violencia de género— rotuló el caso como “supuesto abuso sexual”, pese a que ese delito no aplica entre niños de esa edad. Llamó a la jueza de turno, Rossana Martínez, para ver qué medidas adoptar. Y la magistrada decidió por teléfono “la prohibición de acercamiento” de un niño al otro por 180 días.
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